"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 28 de julio de 2019

Un gran escritor

Supongo que lo habrán leído, pero por sí acaso lo recomiendo:



Yo acabo no lo he terminado todavía, pero me ha sorprendido muy gratamente, pese a que no quería ni oír hablar del problema Vasco. El libro me confirma que aquello es un pequeño infierno enconado por una división del la sociedad que el libro va destilando a través de sus personajes. Por sus pensamientos y sus diálogos - apenas descripciones objetivas -, discurre una narración tersa y absorbente. 
Ante todo, la escritura del autor es de muchos quilates, pese a su sencillez aparente. Hacia tiempo que no leía un autor español tan atractivo. En Wikipedia pueden encontrar una biografía, con todos los premios ganados por este escritor tan elegante, eficaz y profundo. 
Quizás se sientan tentados de esperar a que salga la serie de Tv que están haciendo, pero les recomiendo que antes se dejen llevar por esta prosa, que para ver la serie siempre habrá tiempo, incluso con más ganas después de leer el libro. Un libro que engancha, y que representa la pesadilla endiablada en la que viven inmersos los vascos, de un lado y de otro, un ambiente que incita a disimular lo que se piensa y se siente.
No creo que se cierren las herida y pueda haber un perdón y una normalidad, porque en el libro se ve que hay muchos que no quieren. Es decir, quieren perdonar a ETA, o mejor dicho, nunca la han culpado, mientras que los muchos que han sufrido esa sociedad desgarrada. ¿Como puede ser tan infeliz una sociedad privilegiada por un entorno arcádico? La sangre se envenena fácilmente, y ese envenenamiento es aprovechado por los políticos, aunque no sean nacionalistas, pero no sólo ellos. La implicación insidiosa de la Iglesia produce indignación. Las víctimas no son sólo los que han sufrido atentados en sus familiares. Son los cientos de miles que han vivido con miedo soterrado, disimulando sus sentimientos, para que no les señalen. Y si caes en desgracia, los demás te darán la espalda por si acaso, sean del bando que sean. Horroroso. 
Fernando Aramburu nos hace revivir con gran maestría ese horror, esa vileza opresiva, ese sin vivir desnaturalizado, hasta el punto de no darse cuenta uno a qué nivel de vileza se ha llegado. 

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