Primero, Pablo Iglesias es un descabezado que ha ido al Consejo de ministros pese a estar en cuarentena.Los ministros comunistas quieren que el Gobierno se haga con el control de las empresas privadas y los comercios que puedan ayudar a mitigar la crisis del coronavirus en nuestro país. A través del artículo 128 de la Constitución el Ejecutivo puede poner a disposición de los recursos públicos los bienes y materiales de los hospitales privados. Otra cuestión que provoca diferencias entre los ministros del PSOE y Podemos es la limitación del espacio aéreo o el cierre total del mismo.Tampoco gusta en la formación morada que ninguno de sus miembros forme parte del Estado Mayor, que presidirá Sánchez, y que contará con los titulares de Defensa, Interior, Transportes y Sanidad, todos socialistas. Fuentes cercanas a Iglesias creen que él, como ministro de Derechos Sociales, debería estar presente para garantizar a las familias el cumplimiento de los servicios básicos.
Segundo, que las razones de discrepancia entre el Presidente y el Vice han sido porque éste querían empezar a nacionalizar empresas, lo cual es de lo más inquietante.
No sé qué piensan Uds, pero yo creo que éste no ha renunciado a formar una República venezolana en España.
Estamos muy en un Estado totalmente a la deriva, sin parangón con lo que hemos más conocido hasta ahora. Al gobierno se le subleva el Vicepresidente y dos autonomías, Cataluña y País Vasco. El presidente. Dicen. Completamente bloqueado. Sólo Nadia Calviño ha hecho frente a las locuras propuestas por Pablo Iglesias, vicepresidente y de vocación leninista.
Es decir, en una tesitura tan grave como la que vivimos, el gobierno desnortado y dos regiones en rebelión. Veremos por dónde sale Pedro Sánchez, quien, se decía, iba a nunciar algo a las 20h.
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