"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 8 de febrero de 2021

La Iglesia y sus sombras

Todos sabemos por experiencia, especialmente los que hemos vivido la Transición, que la actitud de la Iglesia ante los crímenes de ETA y, en general, respecto al nacionalismo, ha sido más que criticable. Pero hemos dado por supuesto que era sólo una parte de la Iglesia, un sector muy concreto y localizado en las provincias separatistas, las que pensaban y actuaban así. Pura pereza mental. 
Según Cesar Vidal, en su libro “La historia secreta de la Iglesia católica”, no es así. Se trata de una política diseñada de la Iglesia frente al Estado español para sus fines de política exterior, que luego comentaremos. 
Yo he sido laxo y permisivo en la presencia de la Iglesia en España, aunque sea por mi creencia liberal. No es que la Iglesia en España haya sido un ejemplo de virtud liberal, todo lo contrario. Pero fui educado en un colegio católico, y no me fue mal. Antes habían pasado por el Liceo francés, y les juro que ante la disciplina tricolor, jacobina y atea y el catolicismo español, fue pasar como del infierno a un país normal donde podía sentirme yo mismo. Comencé a no estar todo el día atemorizado por la arbitrariedad del castigo y la tunda menos esperada, y comprendí lo que valían las reglas como marco en el que te podías guiar para actuar, sabiendo de antemano las consecuencias de hacerlo o no según las reglas. Eso otorgaba el privilegio de  un ámbito privado en el que te podías mover y tener amigos, beneficio que no tuve en el funesto liceo. Imaginen lo que es estar todo el día en un colegio sin un sólo amigo. En resumen fui razonablemente feliz, saqué buenas notas sin mucho esfuerzo, y en la cuestión religiosa no hacían mucho hincapié los curas, al menos como colectivo. Había alguno que se ponía pesado, pero la mayor parte era cumplir el ritual.
Pero eso no exime de culpa a la Iglesia por su comportamiento político, que a lo largo de la historia ha sido la de un Poder más, ejercido con gran intriga y sin escrúpulos, en alianza o desavenencias con unos y otros estados. Algunas veces ha sido Ella quien ha estado en inferioridad de otros poderosos, como Felipe II, pero al menos desde que Constantino le empezó a ceder el poder terrenal, siempre ha estado en la brecha de la política, ejercida sin rebozo maquiavélicamente. 
Bien, pues parece que desde su Concordato con Franco, ha sido un ten con ten continuo sin que éste le complaciera como jefe de uno de sus estados, y sin que Franco estuviera satisfecho totalmente. Pero la necesitaba, pues la ideología de Franco no era la Falange, ni el Movimiento, sino la doctrina del Vaticano. Las leyes fundamentales de Franco eran una traslación más o menos disimulada de la doctrina eclesial, mucho más fiable que La falange y demás “revoluciones” que arrinconó, dejándoles un estrecho margen para que jugaran a sus revoluciones y si acaso dieran clases de gimnasia en los colegios. 
Franco fue tirado al basurero de la historia por el Vaticano en 1969, cuando estaba claro que iba a haber un cambio de régimen y había que posicionarse para mejorar los beneficios del estado a la Iglesia con los nuevos mandatarios. 
De ahí la ira que debió de sentir Franco cuando ETA empezó a matar en 1960 y la reacción de la Iglesia (no solo vasca), fue descaradamente asimétrica y a favor de los asesinos de ETA. De hecho, ETA nació en las sacristías, y desde el principio fue impelida desde allí a la justificación de la violencia para conquistas la independencia. ¿Cosas de Euskadi? Pues no, cosas del Vaticano, que nunca dio a la iglesia vasca un grito de ¡basta ya!, algo que no se por qué nos cuesta pensar como algo inconcebible. Tan inconcebible como que haya católicos españoles practicantes en unión espiritual con ese grupo tan infame y racista de gente. Tengo por cierto que si el Vaticano hubiera querido parar eso lo hubiera hecho, y si no lo ha hecho - como en otras ocasiones ha permitido cosas iguales o peores -, es porque tiene una política exterior e interior que no desvela, pero descubre con sus hechos. 
ETA nació en las sacristías, y ni Franco ni sus sucesores recibieron jamás palabras de consuelo por las víctimas de los asesinatos de ETA. Palabras al menos de disimulo, no las hubo. 
(Es absorbente la historia de las nuevas negociaciones con éstos y el Vaticano. La opinión Cesar Vidal es que el Vaticano, ante la indecisión y la parcialidad de los negociadores españoles, democristianos, sacó una buenísimas tajada.)
El hecho cierto es que los dos fenómenos, tanto el Vasco como el Catalán, han debilitado permanentemente al Estado español. El Vaticano no tiene ejército, pero tienes apoyos de los más fuertes - mutuos apoyos - y da la vitola de respeto o no a quien le da la gana. 
Curioso el libro citado, que recomiendo encarecidamente, porque los hechos que cita, y no puedo reproducir aquí por falta de espacio, no dejan lugar a dudas. No sé si hay un solo miembro de la Iglesia que pueda llamarse a engaño, o al despiste. Supongo que sí. Lo que sí creo que hay muchos que han cerrado los ojos voluntariamente. 

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