Alucinante. Un presidente que va en línea recta hacia el abismo, forzando la legalidad vigente en nombre de no sé qué espíritu cristiano - él no lo llama así, naturalmente -; lo llama concordia con el corazón.
No sé bien cuál es su estrategia. Romper España debería tener un argumentario más sólido. Porque, una vez rota España, que será de Sanchez? No entiendo. Jugar a la ruleta rusa con los independentistas no tiene vuelta atrás, y no concibo que sea el propio presidente del gobierno quien lleve la iniciativa. Quiero decir que no creo que Sánchez consiga nada, desaparecerá por un pozo, mientras que los separatistas se salen con la suya.
¿O todo va a quedar en un acuerdo a la vasca, de “fueros”, con independencia aplazada? España, la verdad, es un país tenebroso. Nos cercan nubes negras, pero no mucha gente se inquieta. Sin embargo, da miedo. Entre otras cosas, porque ya nada será igual, será mucho peor, llegue a donde llegue la estrategia (¿?) Sanchez. No meterá en una dinámica en la que no será posible una gestión normal.
Pero mañana, aprobarán los indultos en el Consejo de ministros.
Hay que decir que si Sánchez va a culminar la faena, ésta fue iniciada por Zapatero, el mejor embajador de Maduro. Zapatero empezó a romper España, dando bazas a sus sucesores con su memoria histórica.
Esto da al PSOE una marca especial de oprobio, que se viene a sumar a su papel nefasto en la República como factor desencadenante de la guerra civil. Es inaudito lo poco que se sabe de esa época, gracias a la labor deseducativa del PSOE y a la desidia bochornosa del PP, un partido que arrastra su cadena propia de culpas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario