"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 11 de noviembre de 2022

Ettore Vanni: corrupción u muerte en la Rusia comunista

Ettore Vanni fue un italiano comunista que estuvo en España durante la guerra civil. En 1939, perdida la guerra, fue evacuado a Rusia, dejando a su mujer española aquí, de la que estaba muy enamorado. Pensaba que con el tiempo podría hacerla traer a Rusia. Comunista convencido, iba a Rusia pensando que el paraíso comunista le iba a hacer, a él y otros, un recibimiento caluroso y masivo, a pesar de que, ya al final de la guerra, había visto indicios de que Rusia estaba “soltado lastre”y Stalin habían perdido el interés en España. Poco después se supo con estupor el pacto de 1939 Ribbentrop-Molotov; es decir, Hitler con la URRS, la Rusia comunista. Ya durante la Guerra civil española, Stalin hizo una gran purga de loa rusos ue habían estado aquí, en procesos que obligaban al reo a confesar delito que no había cometido... de paso, asesino a los mejores generales del ejército, lo que le costó que en la invasión alemana de 1941, no pido contener las trompas de Hitler.   
Los comunistas europeos se desencantaron, pero no dejaron de seguir apoyando a la URSS, “madre y paraíso de los trabajadores”.
En su libro (hoy inencontrable), “Yo, comunista en Rusia”, relata como poco a poco fue perdiendo su fe en el comunismo ante el desastre absoluto de la tiranía y la ineficiencia económica absoluta. 
Se puede ser dictador, pero no se pueden dictar desde arriba las decisiones económicas sin provocar hambre y desolación. Vanni fue un testigo de ello. Su libro, de 1950, es, además de una información insustituible, un libro muy bien escrito, traducido por él mismo. Hablaba y escribía perfectamente en español. Yo recomendaría a los editores que lo reediten. 
Testigo privilegiado del hundimiento de la URSS, cuyos dirigentes, en su opinión, traicionaron los principios del comunismo. Yo creo que, queriendo o sin querer, Vanni nos hace ver el absoluto fracaso de una economía sin mercados, como explicó Hayek: sin precios ni salarios de mercado, las decisiones económicas son ciegas y no productivas. 
Cualquier empresa - nacionalizada, por supuesto-, dirigida por la burocracia del Partido, al no tener más que consignas del poder como guía, sin precios ni salarios de mercado para guiarse, cae en la improductividad, en la corrupción. Los trataron los obreros tiránicamente. El Partido- Máximo mandatario, por encima del gobierno -, emite decretos a todas las fábricas sobre lo que debe producir, cuanto y cómo, soslayando cosas elementales cómo a qué precio y coste debe hacerlo. 
Las descripciones de la total ineficiencia de todos los sitios en los que trabaja son escalofriantes. Las directrices son cuánto debe producirse, sin premiar la productividad o la calidad. Da igual. Se llamaba stajanovismismo, que significa cumplir las órdenes a ciegas sin rechistar. (Curioso que el nombre se derive de Stankhajov, un minero que demostró algo que se sabían de sobra en los países capitalistas: la especialización aumenta la productividad.) Pero el poder soviético lo usaba para obligar trabajar, aún a ciegas. Cuando quería aumentar la producción - Lo que sucedía constantemente - arbitraba la obligación de trabajar las horas, pero bajaba el salario, ya de por sí por debajo de la supervivencia. Había hambre generalizada, en parte por los salarios, tan bajos, en parte por la corrupción y el mercado negro, fruto del la producción decreciente. No era un mercado de lujo: se podía encontrar principalmente productos de primera necesidad, como calzoncillos usados y otra ropa, alimentos básicos como patatas, pan. La cartilla de racionamiento era una ficción, pues cosas que ofrecía, como la carne, nunca llegaba a la gente. En realidad se especulaba con la cartilla en el mercado negro, donde se encontraba lo básico a elevados precios, que el salario apenas cubría. Lo tristemente irónico es que había tiendas del gobierno con bienes de calidad a precios superiores a los del mercado negro.
Había, dice Vanni, tres estamentos sociales: los máximos políticos, los directivos de empresa y cargos intermedios, y los obreros. Los inferiores a eso no importaban: pronto se morían de hambre, tisis, y otras enfermedades debidas a la escasa nutrición. Por supuesto, no hay registro de esas muertes. Todo acto individual requería un papel del gobierno o de los jefes locales del Partido. 
Pese a este y otros testimonios, en Occidente circulaba que el comunismo era una sistema productivo y eficaz. Ni los espía occidentales habían detectado el cáncer letal que sufría esa sociedad... hasta que en los ochenta  Reagan anunció que EEUU disponía de un sistema de defensa antimisiles que Rusia se dio cuenta incapaz de igualar. Estaban en quiebra. EEUU había ganado la guerra fría. 
Gorbachov declaró la “Perestroika”, por la cual declaraba sin declararla la rendición. Occidente le ayudó, negoció un tratado Armamentista, fue recibido cálidamente en Occidente. Pero no funcionó su plan de hacer más eficaz el comunismo. Lo demás ya se sabe. 
Ettore Vanni es un documento excelente sobre la URRS de Stalin. Un sistema tiránico, ineficiente y por ello corrupto. Sistema que tiene hoy en Occidente numerosos defensores... Lean el párrafo seleccionado, uno entre centenas. Cada pagina tiene un tesoro escondido. 





1 comentario:

Anónimo dijo...
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