"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 15 de enero de 2023

La conversación

¿En qué momento se jodió el Perú Zabalita? 
Es la primera frase de una de las cumbres literarias del siglo XX, “Conversación en la Catedral”, de Mario Vargas Llosa. Contada en primera persona (Zabala), es una novela coral de la decadencia de unas familias, unos personajes, enredados en la caída de Perú de los años 1950-60. Inconscientes de su destino, los personajes de la novela van tejiendo la urdimbre que les arrastra hacia al abismo jamás adivinado. Ellos no pueden ver el palimpsesto que se va formando al otro lado del telar, ensimismados  
Puede considerarse como una novela profética de la caída de Perú, pero también de tantos otros, de Occidente en fin, hacia el triste estado actual en el que todos naufragamos. Sí, nos reíamos de la impotencia de Sudamérica para salir de su atolladero, pero resulta que nosotros íbamos detrás, sin saberlo, con menos conciencia aun que los sudamericanos. 
Sin embargo, no es una novelas simbólica, de ideas filosóficas o sociales. Los personajes tienen vida, son de carne y sangre, por sus venas circulan pasiones y debilidades que van mostrando su fuerza demoledora ante las frías ideas que circulaban entonces, como el marxismo, el populismo, el militarismo como solución final, todo menos la democracia liberal, esa a la que fue adicto su autor con los años. Ideas que no son más que coartadas perfectas para someter a los demás al poder, como siempre ha sucedido. 
Para el lector no es una novela reflexiva. Se absorbe enteramente por la emoción que respira, y luego sólo al final se reflexiona sólo el enorme esfuerzo arquitectónico del autor para ofrecernos esa literatura palpitante en vena. 
Supongo que no se ha hecho una película, porque sería imposible transmitir en imágenes los incontables matices entrelazados que contiene. Por eso el vime no ha sustituido la literatura... 
El marxismo y otros de sus incontables hijastros han perdido la historia, pero no sin antes haber ganado batallas y dejado huellas indelebles. ¿Será  eso? O será la pérdida de transcendencia lo que nos ha hundido? 
Como cuenta Luis Ventoso en El Debate, de Paul Johnson, 

Cierto. Todas las mañanas, a las siete, entraba unos minutos al templo católico de su barrio, a disfrutar del silencio, «la materia prima más valiosa que existe», y de la esperanza en Jesucristo. «Si Dios no existiese –razonaba– no tendríamos deberes y obligaciones más que para nosotros mismos. La única consideración sería el interés personal. En una sociedad sin Dios no hay base para altruismo de ningún tipo. Solo prevalece el interés personal y manda la anarquía moral». Esas sencillas frases resumen el problema medular que invalida al auto denominado «progresismo».

Me declaro incompetente. Sólo sé ver los síntomas, pero no soy doctor. 

1 comentario:

Miguel E. dijo...

Es la pérdida de transcendencia. Está clarísimo. Toda la vida ha habido calamidades. Y sí, antaño la mujer estaba subyugada al hombre, pero con muchas más penalidades se tenían hijos y se luchaba por el futuro.

Hoy hace ya mucho que las drogas, el juego y el sexo libre se están popularizando y ya no importa el largo plazo sino el goce diario.

¿Para qué ahorrar para un piso cohibiéndome de todo si en cualquier momento puedo perder el trabajo o a mi pareja? Mejor viajemos a lo grande y fumemos unos porros.

La depresión (de facto) que vivimos desde 2007 ha hecho mucho, pero la pérdida de valores también.

Ya no importa el matrimonio, ni la amistad, ni por supuesto sacrificarse por los hijos...

Para ejemplo un botón, ya es la segunda vez que oigo que detienen a unos padres por dejar a un niño pequeño en el coche solo para...salir de fiesta.

Mi consuelo es que chinos y rusos no son mejores. Y que quizás China sea el futuro, pero le va a costar, porque la política del hijo único (ya suprimida) resulta que se ha convertido en la norma.

China es "too old before being rich".

Así que cuando sea un pais rico será todavía más viejo. Si ahora tiene un hijo y medio por mujer en 30 años tendrá menos de uno.

El futuro de Occidente depende de los demás. Y China lo tiene crudo.