Lo único que une a Europa es su pasividad ante el destino. Después de la Segunda Guerra Mundial, las naciones del Viejo Mundo se replegaron en sí mismas y han consagrado sus inmensas energías a crear una prosperidad sin grandeza y a cultivar un hedonismo sin pasión y sin riesgos. De ahí la fascinación que ejerce sobre sus multitudes el pacifismo, no como una doctrina revolucionaria, sino como una ideología negativa.
Octavio Paz
Impresionante. Quién es el autor?
ResponderEliminarAh, perdón. Es de Octavio Paz. Ahora lo pongo
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