Pero esté gobierno no va por ese camino. No cree en una economía floreciente de la que vivir con los impuestos no confiscatorios. No. Este gobierno es comunista, y le importa un pimiento la prosperidad. Bueno, no es eso, no es eso. Este gobierno sabe que tendrá más poder cuanto más pobres seamos. Es lo que demuestran los países comunistas pasados, presentes y futuros.
Y tienen razón. Cuánto más pobre es la población (y cuánto menos empresas libres hay), más dependientes somos de sus dádivas menesterosas. Por cierto, tienen un ejemplo a seguir. La iglesia católica fue antiprosperidad. Predicaba la mendicidad y la pobreza para asegurarse un lugar en el paraíso. Lugar que también se obtenía mediante las más escandalosas bulas que pagaban los burgueses... Que fue uno de los motivos de rebeldía de Lutero.
Bulas para el Vaticano a cambio de la salvación, quien se lo gastaba en opulencia, y mendicidad de los pobres que pululaban por la calle gracias a la caridad de los burgueses, que financiaban un poco todo. La gran San Pedro, que Uds seguro que han visto, se financió con las bulas recaudadas en todo el orbe cristiano. Lutero rompió con esa corrupción y sin saberlo, estaba sembrando el capitalismo.
Si, cierto, el izquierdista de hoy es como los clérigos de antaño. Estrujar la fruta ajena para vivir del cuento. Y cuando más anémica es esa fruta, así poder detentarás. Como decía Arcadi Espada hablando con su Yo pasado:
“Tú luchaste con la clerecía. Yo lucho contra la clerecía. Tu clerecía era de derechas. Mi clerecía es de izquierdas”.
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