"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 28 de abril de 2024

La Libertad positiva y negativa

“La libertad de los antiguos, en comparación con la de los modernos”, es un texto crucial en el momento histórico en que empiezan a brotar las primeras democracias. Su autor, Benjamin Constant, fue el primero que aclaró de manera brillante, en un tiempo de confusión tras la Revolución Francesa, qué era libertad y qué no. Autores posteriores, como Isaiah Berlin, dieron el remate final a una idea que se ha instaurado en algunos países de Occidente ,y ha imperado definitivamente en casi todos desde hace bien poco: apenas desde la Segunda Gran Guerra. 

Siguiendo a Isaiah Berlin, la Libertad auténtica es la del individuo, sólo acotada por la ley, que protege la libertad de cada uno los demás individuos. Es lo que se llama igualdad ante la ley. La ley es, por lo tanto, la que nos manda, no tal o cual persona o grupo de personas.

Esta definición fue llamada por Berlin “Libertad negativa”, en contraposición de la “libertad positiva”, que se refiere a la libertad que tiene el que ostenta el poder para gobernar. 

Esta libertad negativa es de verdad la democrática, es la que, como decía Churchill “garantiza que cuando llaman a tu casa de madrugada es el lechero” (y no la policía).  Es la que garantiza la libertad de expresión, la igualdad de trato en los tribunales, el derecho a trabajar (y ahorrar), a terreno hijos y cuidar de ellos… 

Por supuesto, la realidad dista mucho de ajustarse exactamente a la teoría. Pero es la teoría menos distante con su concreción real, la que más satisfacciones ha dado a los que han tenido la suerte de vivir en ella, incluso ha demostrado ser perfectamente compatible con el progreso material. Incluso hay muchos economistas que ponen en duda que sin un sistema de garantías legales pueda haber progreso económico, como el historiador Daren Acemoglu. La explicación no es complicada: solo con un sistema garantista estable pueden hacerse costosas inversiones productivas a largo plazo. Esto última va de la mano de la libertad de tener bienes propios, que son un resultado del ahorro acumulado en el pasado. Lo peor que se puede hacer con esa fuente de riqueza es expropiarlo, o simplemente amenazar con hacerlo, cosa hoy habitual con el izquierdismo rampante. 

En realidad, la sólida democracia que hemos vivido los últimos 50 años en el mundo occidental - recientemente extendida a los países del Pacto de Varsovia - está muriendo. Ya no se cree en ella. Lo que quede de este sistema de complicado engranaje de piezas delicadas, de aquí a unos años, no se puede conjeturar. Lo que sí es seguro es que asistamos a un régimen distinto, mamimple y más autocrático. Quizás los futuros dueños del mundo serán invasores que, como los bárbaros con el legado romano, asimilen algo de nuestra cultura y, con el tiempo, vuelva a florecer robustecida. Pero pasará mucho tiempo, me temo.

https://omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros/discurso-de-la-libertad-de-los-antiguos-comparada-con-la-de-los-modernos.pdf

No hay comentarios: