"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 21 de mayo de 2024

Es la cultura estúpido!

I - Como decíamos ayer, vivimos tiempos escatológicos en los que sólo destaca lo que llaman “el populismo”. Pero resulta ser que el único populismo, según la doctrina Sánchez, es de derechas y en su tenebrosidad esconde un fascismo duro y rampante. Y resulta ser que esa es el único let motiv que le interesa a Sánchez que se dispute en campaña electoral. Abajo los problemas reales, viva la ficción! Mejor hablar de mi herida sangrante por mi esposa amada, que de cómo estoy endeudando a los españoles para generaciones futuras…
Y eso cuela, y cala en la gente y, coño, gana votos y escaños. Difícil lo tiene Feijóo para hablar de problemas reales, de los que Sánchez ha logrado que se hablen en notas a pie de página que nadie lee. Así que estamos en manos de un prestidigitador mediocre, al que se le ven los trucos, pero sigue pal’ante.
Hemos sufrido 6 elecciones, seis, en doce meses. A una cada dos meses. Cada una declamando memeces a gritos “y tú más”. Locura. Necesitamos un reseteo institucional para no morir asfixiados. Pero no lo habrá. Ah, y Sánchez, que muestra su corazón sangrante por su esposa, no es populista: es socialistas, demócrata, y nos está defendiendo bravíamente de la “Fachoesfera “. Que su dios se lo agradezca, porque lo que es yo…

II - leo en  The Oblective sobre el problema acuciante de la caída de la natalidad - otro problema del que no quiere hablar Sánchez. ¿Es posible resolver esto con incentivos económicos a tener más hijos? Como dice el autor, NO. Es tarde para eso; es necesario… pero insuficiente. Además, a Sánchez no le interesa una cosa que es a largo plazo y fachendoso. Suena muy mal que un tío guay como él se preocupe a una cosa tan “siniestra”. En efecto hay un factor a largo plazo contra no se puede luchar: es el factor de oscurecidos valores, que se daban como algo sabido, muy estimados hasta hace unas décadas, como es el bondad de traer hijos a la vida, que simplemente ya ni entra en el esquema mental de los jóvenes de hoy. 
Oscuros, pero de importancia suprema en la marcha de la historia. No hay civilización que no haya empezado su declive por la caída de la natalidad. Y sí, habría que incentiva a las parejas para que tengan más hijos, pero eso va a ser difícil que haga cambiar a las que no tienen intención alguna. Los valores han cambiado, y la medicina, que con el descubrimiento de la píldora puso en la mano de la mujer una palanca para tener más trabajo, ocio, independencia y, en suma, más feminismo en los hechos que nadie ya pone en duda. 
Y es así como pasan las cosas. Cambios tecnológicos y/o de valores, o creencias, hacen que las cosas cambien lenta pero efectivamente, y “al cabo de dos generaciones (como decía Ortega y G) todos ha cambiado” sin que se pueda remediar con una política ad hoc.
En este caso estamos hablando de la generación del 68 (mayo francés), del 80, y del 2000. Es en el cambio de milenio cuando empiezan brotar lo sembrado en la “Revolución  divertida”, una revolución que vino de la mano de la píldora, la socialdemocracia de Occidente, los hippies… en fin, la cumbre máxima del bienestar de la sociedad occidental, con su desenfado, y su “joie de vivre”. Es lo que nos ha dejado desguarnecidos sin remedio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravilloso artículo, Miguel. Me he acordado de mis clases de historia, hace demasiadas décadas, en las que estudiamos el declive demográfico de Grecia y Roma en las fuentes directas, como Polibio, que han llegado hasta nosotros. Que suerte y que pena, Miguel. Nos ha tocado vivir estos tiempos blandengues y decadentes, pero con Seguridad Social y sanidad universal. Aunque me temo que no dejaremos nada a los que vengan detrás. En un par de generaciones, aquí solo quedarán los bárbaros.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Muchas gracias, de verdad.
Pues sí, eso me temo, esto una decadencia de occidente que se vienen rondando desde que lo anunció Oswald Splenger, en su maravilloso libro, supongo que ya superado, pero con unas imágenes, parábolas e ideas increíbles. Nunca me olvidaré del “Hombre Fáustico”, símbolo del Hombre de Occidente…
Y otra: el cristianismo en sus albores, “religión de tienda en el desierto”. Descomunal, aunque poco práctico. Anunció la caída con un siglo de anticipación. Pero algunas ideas podrían rellenar el presente. Además, ahora que lo pienso, él hablaba de “Decadencia”, es decir, principio de la Caída…


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