"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 17 de enero de 2025

A mí la historia del músico Azagra, hermano de Sánchez, me recuerda “Ciudadano Kane”, aquella película con la que comenzó - y acabó- la carrera de Orson Welles en Hollywood. Recordarán que en aquella historia del malhadado magnate de la prensa, ciudadano Kane, cuando obtiene el éxito y se encumbra como el mayor editor de prensa, se casa una una mujer mediocre que se empeña en que es una gran cantante de ópera. 
El ambicioso Kane decide demostrar que es así, que su mujer ha de triunfar, y para eso está él, con su poder y su dinero, además de los críticos de ópera con los que cuenta en plantilla. 
Kane (como su creador Welles) desea que lo que es suyo brille con luz propia, o ajena si es menester. Y su mujer, que desafina más que un loro acatarrado, debe triunfar. Primero quiere sobornar a los directores de orquesta, pero solo consigue juntar a determinados empresarios que montan unas exhibiciones carísimas a su mujer en varias ciudades, con el estruendoso fracaso esperado. No tarda mucho Kane-Welles en echarle la culpa a ella y desengañarse de este y otros fracasos. Al final, melancólico y desengañado, se encierra en su fastuosa casa, llena de objetos de lujo, muchos sin desembalar. 
Tenemos aquí al hermano de un hombre poderoso, (que no se llama Azagra), gracias al cual éste ha hecho un poco de ruidito en cuatro escenarios pagados y adobados por dinero público (del contribuyente, en suma); otros tantos fracasos que no han llenado ni la mitad del aforo. Los títulos de las obras de D. Azagra son peculiares, por decir algo. Visto lo cual, se ha llegado a la “salomónica” decisión de buscarle un enchufe en una diputación de las más pobres de España. Pero ha sido tan torpes los que se han prestado al chanchullo, que no ha habido más remedio que llevar el asunto a los tribunales. 
Es ahí, ante el riesgo evidente de que te embista  un morlaco llamado “justiciero”, donde de David Azagra ha sacado lo mejor de sí mismo. Es decir, su impavidez, su pasotismo, su desdén incluso por su vida (y la de su hermanísimo, personaje ya en la historia por desenterrar a un tal Franco). 

2 comentarios:

Pablo dijo...

La declaración del músico es toda una joya. Parece increíble tanta desfachatez. Yo no descartaría que próximamente aporte un certificado médico de padecer demencia senil (como Negreira).
https://youtu.be/aNmIniI2q_c?si=5h0ktf91mY3YvWb9

Pablo dijo...

https://youtu.be/fScYE5dBZkE?si=acf4MgpIrpntyLVL