Páginas

DECADENCIA DE OCCIDENTE

martes, 1 de junio de 2010

No hay salida

En la imagen, los saldos exteriores por cuenta corriente de España y Alemania. Los de España miden los "excesos" cometidos. hasta un 10% del PIB en 2007. Téngase en ceunta que el saldo global de los países del euro está equilibrado: o sea: el euro está equilibrado en términos medios...
Como se ve, se espera que el déficit se reduzca en 2011 a 2,5% de PIB en 2011. Este ajuste se produce por tres vías:
1) Devaluación (ajuste de precios externos), y/o:
2) Deflación (ajuste de precios internos),y/ o:
3) Contracción (ajuste de la demanda interna.
Es decir, o vía precios (1,3), y/o vía cantidades (3).
Como (1) no está permitido (euro) y (2) depende de la reforma del mercado laboral (que será, a buen seguro, un fiasco) todo será por la vía (3). Es decir, contracción del gasto público y de las partidas de la demanda que están en deuda. La Dolorosa, La llaman.
Cuanto menos de (1) y (2) más dosis de la "medicina" (3): Aceite de Ricino puro.
Una ayuda vendría de más consumo de Alemania (= menos excedente exterior). Pero sin ajuste de tipo de cambio entre Alemania y España
(vía 1), es difícil convencerlos por otras razones. 
A recortar. Y que aumente el Paro más aún. O que se rompa el euro. Siempre le podemos echar la culpa a los alemanes, que nos miran mal.
¿Esto, a qué viene?
Viene a que Münchau  no cree que el esfuerzo vía (3) sea suficiente, aunque el euro se devalúe mucho. Pues si el euro se devalúa, dice que favorecerá a España y Alemania por igual... Pero el euro, ¿por qué se va a devaluar, si hay un equilibrio exterior para la zona? Sólo por que haga falta expandir la liquidez... Bueno, sí: porque la contracción del gasto fiscal debería ser compensado por una expansión monetaria...Veremos. Como ven, no hay una receta perfecta (mientras falte un ajuste INTERNO de la zona).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ponga Ud. lo que quiera, Muestre su airada y justa indignación, su santa Ira, pero respete un mínimo sentido del decoro. Tenga en cuenta que las opiniones son libres, los sentimientos ofendidos dignos de reparo, pero serán tanto más respetados cuanto su expresión esté más alejada de lo vulgar.