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1. PIB nominal de la euro zona sin Alemania |
El fin de semana se acerca, y la Cumbre de todas las cumbres. Las impresiones es que hay una división insalvable (ver excelente análisis sobre obstáculos asimétricos frente a los diferentes problemas aquí). Parece ser que el enfoque "one" sigue siendo que cada país con problemas (por tanto, sin capacidad negociadora) se esfuerce lo máximo posible; el esfuerzo colectivo reducirlo al mínimo.
Esto es erróneo, porque ese enfoque genera desconfianza y contracción que se contagia a los demás.
Un enfoque mínimo de interés general sería mirar a ambos gráficos (que ya han visto Uds.) y decirse: - "lo que hemos hecho hasta ahora ha alejado el PIB de la tendencia histórica. Debemos cuanto antes recuperar esa tendencia en el PIB nominal para que los mercados nos crean que somos capaces de general la renta que cubra los pagos de nuestras deudas". Demos al Banco Central o BCE la instrucción firme de que persiga un objetivo de PIB nominal superior a 5%, aunque eso pueda subir la inflación a 3,5%-4%. Eso, de una tacada, cambiaría radicalmente las expectativas de todos, generaría confianza en las deudas públicas, que podría reforzarse con medidas de contención salarial.
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2. PIB nominal de Alemania Gráficos de macromarketmusings.blogspot |
Como se en el gráfico 2, esa estrategia podría traer a Alemania un PIB nominal más alto, y más inflación, pero podrían decir: -" Alemania tiene acreditada una gran solvencia en contener los costes internos: es menos costoso y arriesgado que Alemania tenga que esforzarse en la contención, que al revés: que los países descarajados tengan que, absurdamente, contenerse". Y sonaría una gran salva de aplausos por haber acordado, por fin, una solución menos costosa y más satisfactoria para todos.
Pero, curiosamente, los países más descarajados, como España, no están muy interesados en este tipo de propuestas. ¿Por qué?
Bueno, primero porque este tipo de consideraciones ha desaparecido de la economía. En la economía de hoy, el dinero es un problema. Es más, si todo el mundo atesora el dinero que hay porque tienen miedo, los economistas se complacen en montar carreras de obstáculos sobre el camino del Tesoro, como en los cuentos de niños. Ya saben que vivimos tiempos muy pueriles.
Hay más razones: por ejemplo, las elecciones: al partido aspirante no le interesa que se difunda que la culpa de nuestra situación es externa; le interesa que la gente de por hecho que la culpa es del partido saliente. Y el saliente está grogy, entregado, zumbado, sonado. No sabe no contesta, entre otras razones, porque unos quieren hundir al candidato, y el candidato quiere hundir al saliente.
Sin embargo, esa estrategia "one", de sólo una medida, que sería muy efectiva en modificar las expectativas, tampoco es considerada por los países Líderes, pese a que a ellos su deuda está en la cuerda floja también. Sus bancos están lastrados por deuda que ha caído hasta un 50%. Sólo por eso, les convendría esa estrategia de crecimiento nominal del área. Pero los dogmas son los dogmas, y Alemania es ante todo antiinflacionista (aunque ya ha tenido largas fases de inflación al 4% y no le ha pasado nada).
Si no tiran por aquí, lo más que se puede esperar es una chapucilla, que a lo mejor sirve apara ganar unos meses. A lo peor ni eso.
Hace unos días decía Münchau que los 17 eran incapaces de ver las cosas en conjunto, que sólo tenían una visión sesgada. Bueno, es evidente, pero es más complejo. Ahora interesa vender al electorado que la solución pasa por liquidar al oponente. El oponente en España es el adversario en las urnas; el oponente en Europa es el "otro", el que se ha colado de polizonte y pedigüeño, sin merecimiento, en esta historia de países ricos, que creen que les están metiendo la mano en el bolsillo. Cualquier concesión se paga, como ha comprobado Merkel en sus urnas. Sarkozy está también de capa caída. Desconfían además, de unos y otros desde hace siglos. Eso no se borra de un plumazo.
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