Vía Krugman, encuentro esta joya: Una prueba de que el camino de los "fanáticos del dolor" es inútil: en Why Greece, Spain, and Ireland Aren’t to Blame for Europe’s Woes, de Kash Manssori, demuestra que fue el euro el origen del problema, no la deuda pública de los países ahora acusados de frivolidad.
En el gráfico 1, efecto del euro en las balanzas de pagos de los ricos frente a los pobres. Estúpidamente, se decía que como había UNA moneda ya no importaban los desequilibrios exteriores...
Esos desequilibrios crecientes se cubrieron con financiación exterior creciente, es decir, deuda exterior creciente. El euro aplanó las primas de riesgo y los tipos de interés convergieron al de Alemania.
Gran embaucación: cuando estalla la crisis, esos flujos de capital (despilfarrados en baratijas) se interrumpen de repente.
En la siguiente figura, vemos el efecto de la primera por el lado financiero: España Grecia Portugal & Co se quedan con un déficit exterior enorme, mientras la contracción inducida por la caída de los fondos exteriores generaba un gran déficit público. Todo lo contrario que en los países ricos.
El euro ha sido un gran centrifugador, como esas montañas rusas que se aceleran pierden el control y empiezan a despedir niños, familias y cestas de la merienda por doquier.
Ahora, encima, quieren culpar a las doloridas familias de la rotura, y eso es el euro: un artilugio mal acabado que quieren que paguen los que deberían ser indemnizados. Como dice el autor:
Y ahora, ¿qué hacemos? ¿enanizarnos par comer menos?
En el gráfico 1, efecto del euro en las balanzas de pagos de los ricos frente a los pobres. Estúpidamente, se decía que como había UNA moneda ya no importaban los desequilibrios exteriores...
Esos desequilibrios crecientes se cubrieron con financiación exterior creciente, es decir, deuda exterior creciente. El euro aplanó las primas de riesgo y los tipos de interés convergieron al de Alemania.
Gran embaucación: cuando estalla la crisis, esos flujos de capital (despilfarrados en baratijas) se interrumpen de repente.

El euro ha sido un gran centrifugador, como esas montañas rusas que se aceleran pierden el control y empiezan a despedir niños, familias y cestas de la merienda por doquier.

Puerilmente, se habla ahora de llevar a los tribunales a los políticos por mala gestión. Pues yo empezaría por los inventores de esta cosa monstruosa.Putting it all together, it seems that the EZ crisis is more consistent with the systemic causes view than the local causes view. In other words, while they didn’t necessarily make the right decision every time, the peripheral EZ countries were up against powerful exogenous forces – capital flow bonanzas and sudden stops – that tended to push them toward financial crisis. They were playing against a stacked deck.It’s useful to reevaluate the macroeconomic history of peripheral Europe in light of this interpretation. Rather than large current account deficits being the result of fiscal mismanagement or excessive consumption, the current account deficits were the necessary and unavoidable counterpart to the surge in capital flows from the EZ core. Rather than above-average inflation rates and deteriorating competitiveness being signs of labor market inefficiencies or lax fiscal policies in the peripheral countries, appreciating real exchange rates were inevitable as the mechanism by which those current account deficits were effected.
Y ahora, ¿qué hacemos? ¿enanizarnos par comer menos?
2 comentarios:
Lei el articulo precisemante ayer. Muy claro, conciso. Parecido a lo leido en otras webs como eurointelligence o como comentarios parciales en las columnas de Wolf o Munchau en el FT.
Es increible que esta historia del desastre del euro no salga ni por casualidad en los periodicos españoles.
Ya, yo creo que es como otros temas, que son tabú. Pero no por otra razón que las ventas. Creo que se censuran por razones comerciales.
No hay ni una fisura en la fe de que el euro es cojonudo, la salvación, etc.
Parece que la gente está deseando oír que todo es culpa del gobierno.
Siempre he oído que España es bipolar: Del Madrid o el Barça, de izquierdas o derechas, creyentes o ateos, sin resquicios intermedios. Debe ser que es así.
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