Si hay un blog bueno y divertido, ese es CO2, el de antonuriarte. Antón lleva años luchando, con ironía, contra la consigna muy difundida de que CO2 = calentamiento, y contra el mismo calentamiento, que cada vez se ve más refutado por los datos.
Me gusta pensar -perdonen la pretensión- que su combate de persuasión es parecido al mío, contra los cabezas-buques de los economistas españoles, a los que el euro no les deja ver una rata en un retrete, como Manolete.
Hoy me he divertido leyendo su blog, cosas que tenía muy atrasadas, y entre risas y carcajadas, me he enterado de que EEUU es el primer productor de gas natural, de que se ha refutado el calentamiento del mar, de que el "País" quiere que los niños lleven mascarilla anti gas en la calle, y todas esas bobas creencias tontiprogres que circulan por ahí, y que nos hacen rezagarnos más y más en lo realmente importante. Mismamente la educación. No se preocupen: si Zapatero llenó España de molinillos carísimos, fue Aznar el que empezó, simplemente por electoralismo. Dicen de los aeropuertos vacíos, pero anda que el negocio eólico... Veremos cuántos nos pone Glez Pons. Tenemos lo que merecemos.
Me gusta pensar -perdonen la pretensión- que su combate de persuasión es parecido al mío, contra los cabezas-buques de los economistas españoles, a los que el euro no les deja ver una rata en un retrete, como Manolete.
Hoy me he divertido leyendo su blog, cosas que tenía muy atrasadas, y entre risas y carcajadas, me he enterado de que EEUU es el primer productor de gas natural, de que se ha refutado el calentamiento del mar, de que el "País" quiere que los niños lleven mascarilla anti gas en la calle, y todas esas bobas creencias tontiprogres que circulan por ahí, y que nos hacen rezagarnos más y más en lo realmente importante. Mismamente la educación. No se preocupen: si Zapatero llenó España de molinillos carísimos, fue Aznar el que empezó, simplemente por electoralismo. Dicen de los aeropuertos vacíos, pero anda que el negocio eólico... Veremos cuántos nos pone Glez Pons. Tenemos lo que merecemos.
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