Leo en la prensa que el G-7 está en Marsella. EEUU y el FMI, leo, urgen a las autoridades europeas que utilicem "medidas no convencionales" -es decir, expansión monetaria- para recuperar el crecimiento. Condonación de deudas por la vía segunda (véase post anterior).
Es lo más sensato que les he oído decir a estos personajes. Pero como el BCE y la UE son entelequias que nadie lidera -nadie es responsable de sus actos- hay que ponerlas entre la espada y la pared para que actúen en un sentido o en otro.
Si este consejo fuera seguido, acentuaría el cabreo de los alemanes con el BCE, y, claro, adelantaría la caída del euro. Pero si no es seguido, agudizaría la crisis de la zona euro, lo que también adelantaría la crisis del euro.
En todo caso, el momento es crítico. El lunes puede pasar de todo. Puede suspender pagos Grecia, y eso no afecta sólo a los bancos acreedores alemanes: afecta a un país que puede entrar en guerra civil. Imagínense ¿qué pasaría en España si los 18 gobiernos no tuvieran dinero para pagar a los funcionarios, maestros, profesores, policías, jueces? Pues no lo descarten.
Por eso no creo en el bonito sistema de Mesopotamia de créditos y débitos sin dinero. En algún momento la gente necesita ir a la tienda, y le dicen que basta ya de asientos contables, que el tendero quiere algo a cambio. Lo normal es que ese algo sea dinero. Es decir, un bien físico que es aceptado como pago a cambio de la compra. Un bien que salda cuentas. Dinero.
El dinero es lo que hay al final de los créditos y débitos. Tarde o temprano, se "netean" y se liquidan. En tiempos normales en que la confianza abunda, se deja correr más tiempo. Pero en crisis, ¡ay! hay prisa por levarse algo.
Hoy en día, en el colmo de los medios tecnológicos, los bancos se liquidan mutuamente. todos los días, el neto de sus operaciones interbancarias diarias. Un engorro, pero la cuenta no corre indefinidamente sin principio ni fin. Alguna vez hay que pagar a proveedores. Puede decirse que cuando la confianza entre las partes no son del mismo grado en todas las transacciones, hay que pagar en dinero. Cuanto menor sea la confianza en todas las transacciones, más dinero se demandará.
lo que se nota e la angustia que rezuman los el G-7. Nunca se han visto tan cerca de todo les estalle en las manos. Aunque Alemania y el BCE no les hará caso, probablemente.
Es lo más sensato que les he oído decir a estos personajes. Pero como el BCE y la UE son entelequias que nadie lidera -nadie es responsable de sus actos- hay que ponerlas entre la espada y la pared para que actúen en un sentido o en otro.
Si este consejo fuera seguido, acentuaría el cabreo de los alemanes con el BCE, y, claro, adelantaría la caída del euro. Pero si no es seguido, agudizaría la crisis de la zona euro, lo que también adelantaría la crisis del euro.
En todo caso, el momento es crítico. El lunes puede pasar de todo. Puede suspender pagos Grecia, y eso no afecta sólo a los bancos acreedores alemanes: afecta a un país que puede entrar en guerra civil. Imagínense ¿qué pasaría en España si los 18 gobiernos no tuvieran dinero para pagar a los funcionarios, maestros, profesores, policías, jueces? Pues no lo descarten.
Por eso no creo en el bonito sistema de Mesopotamia de créditos y débitos sin dinero. En algún momento la gente necesita ir a la tienda, y le dicen que basta ya de asientos contables, que el tendero quiere algo a cambio. Lo normal es que ese algo sea dinero. Es decir, un bien físico que es aceptado como pago a cambio de la compra. Un bien que salda cuentas. Dinero.
El dinero es lo que hay al final de los créditos y débitos. Tarde o temprano, se "netean" y se liquidan. En tiempos normales en que la confianza abunda, se deja correr más tiempo. Pero en crisis, ¡ay! hay prisa por levarse algo.
Hoy en día, en el colmo de los medios tecnológicos, los bancos se liquidan mutuamente. todos los días, el neto de sus operaciones interbancarias diarias. Un engorro, pero la cuenta no corre indefinidamente sin principio ni fin. Alguna vez hay que pagar a proveedores. Puede decirse que cuando la confianza entre las partes no son del mismo grado en todas las transacciones, hay que pagar en dinero. Cuanto menor sea la confianza en todas las transacciones, más dinero se demandará.
lo que se nota e la angustia que rezuman los el G-7. Nunca se han visto tan cerca de todo les estalle en las manos. Aunque Alemania y el BCE no les hará caso, probablemente.