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DECADENCIA DE OCCIDENTE

miércoles, 9 de enero de 2013

El día de las fundaciones. Las hordas Masistas

Hay días negros, nefastos, en que ves que jamás ganarán los buenos. Yo me crié con el cine de Tony Leblanc y los Westerns. Una de risa y una del Oeste, decíamos. Sesión continúa. No fue un a escuela de realismo, sino de soñar. Solazare durante un ratito con que los buenos al final ganaban, aunque a veces, uno, el más feo, o el más gordo, moría. Mal aprendizaje a la dura realidad, cierto.
Luego aprendes a aterrizar en la vida, pero nunca del todo. Si no eres un poco niño y sueñas, te mueres de asco. No se puede ser realista todo el día. Hay que hacer un esfuerzo titánico para no ver lo que esconden las sonrisas de alrededor. Navajas afiladas con dientes de sierra y la hoja pringada de veneno.
Así que tienes la esperanza de que, algunas raras veces, los malos caen. Pues nunca. El periódico de hoy es un a muestra de esos días que se empiezan con mal pie.
El fiscal llega un acuerdo con los imputados en el caso de corrupción de Convergencia, caso que llevaba 13 años de proceso. Ni entran en la cárcel por un ratito. Si acaso, tendrán que hacer una nueva Fundación benéfica (subvencionada). Ayer, el príncipe, Felipe VI el inédito, se codeaba con Mas, y Rajoy (otro inédito) ha diseñado un plan para ir todos los meses a Cataluña, supongo que de rodillas... a ver si la proclamación le pilla allí y le pasan las hordas Masistas por encima.
Un nuevo empuje a la independencia de Cataluña. Y hay gente, esas sí que es ilusa, que se empeña en rediseñada la Constitución. Macho, es mejor que te dediques a las fundaciones, no hay nada más rentable.
La vida es como si al final de la película John Wayne y Dean Martin se van de putas con los malos, después de repartirse el botín sanguinolento a pachas... y quedan para otra película, que es lo que en realidad pasaba.
Pero las películas terminaban, hasta que empezaba otra. La vida no termina ni vuelve a empezar.
La lección de Etica, solo para los niños pobres o con efermedades terminales, esos que están acogidos a fundaciones de estrellas de fútbol que van a visitar entre juerga y juerga.

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