"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Azaña no puede ser la base del nacionalismo español

 Entre rebuznos de odio y bostezos de indiferencia se mueve incorporeo el nacionalismo español. Es un plasma transparente que agoniza. No hay amor a España, salvo algunos pocos hombres heroicos, como los de DENAES, verdaderos patriotas, pero lamentablemente poco conocidos. 
La democracia ha exterminado cualquier sentimiento nacionalista que hubiera. Eso una cosa que debemos a los políticos de la Transición y a el movimiento pro europeo. 
Todo esto, conjuntamente, coordinadamente, explica el triunfo del nacionalismo vasco y catalán. A la vez, este nacionalismo ha provocado una reacción venenosa, por la cual los mandatario regionales intentan sobrepasar ese independentismo. La acción natural debería haber sido un renacer del nacionalismo español. La transición ha sido letal en esto como en otras cosas. 
Hay quién se aferra a la excusa que la culpa ea de la ley electoral y otros por menores. Eso no tendría importancia si hubiera un sano nacionalismo español. 
El odio a España gana por goleada. Si alguien estima a España, es fríamente, por sensatez. No es posible levantar un nacionalismo frente a otros sin emoción. Hablo de cantidades, claro, no de los meritorios que amamos de una u otra forma a España pero no tenemos peso. 
Somo el país menos nacionalista del mundo. Por es es el que tiene más nacionalistas por metro cuadrado. 
Esto no se recompone a base de intelectualidad, ni de figuras como Azaña, verdadero debelador de España. Es más, levantar la bandera de Azaña sería un golpe muy duro para los pocos valientes que mantiene su fe en España. 
García Domínguez, a quién citaba esta mañana en el post anterior, me ha decepcionado rnormemente al explicarse. A veces es mejor callar, que las cosas veladas por el misterio son más interesantes.

Dice que está pensado, en su llamamiento al "nacionalismo español", en Azaña. Pobre. Aquí queda desnudo como el rey del cuento del niño que dice que el rey está desnudo: ¡Domínguez NO ha leído a Azaña! Ni nada de la verdadera historia de la República española. Ha quedado sin decorado que le ampare, y un actor si decorado es un actor que sólo depende de su valía de verdad. Poca parece contener.
@jg_dominguez: "Yo no hablo de inventar el nacionalismo liberal español, sino de desenterrarlo. Hablo de Azaña sin nombrarlo."
Azaña no puede ser nunca un referencia del nacionalismo español, porque Azaña odiaba a España, la de verdad, la España en su historia. Si algo es una nación es su historia, su formación en el tiempo, sus decadencias y renaceres, pero tal como fueron, sin fantasías. Y, sobre todo, su intra-historia, como decía Unamuno, la historia anónima de sus pueblos, que son los que absorben y transmiten lao valores que luego hacen argamasa de nación.
Azaña odiaba todo eso; es más, rezuma odio, y por ello quería rehacer la historia de España. Quería borrar a los reyes católicos, a todos ¡empezando por Isabel y Fernando! que fueron los genios que fraguaron España. No sólo eso, sino al catolicismo, que es la urdimbre de España. Yo no soy practicante, pero soy objetivo: España es católica o no existe. España es incomprensible sin su catolicismo, que no es el catolicismo francés, ni el italiano, es una forma de entender el catolicismo que trasciende el imperio y la decadencia.

Azaña era visceralmente antimonárquico, anti católico, y de su mente había baneado a toda la derecha española como sospechosa de ser esas cosas. No podía soportar la idea de que había una derecha democrática. Su papel en el estatuto catalán fue nefasto, y encima tuvo la osadía de soñar que recibía la visita de Alfonso XIII quien, humillado ante tal lección y triunfo en las Cortes, se dejaba enseñar, cual niño alevín, cómo se gobernaba. Lean sus diarios, los de Azaña, donde se devela sin rubor su hinchada vanidad. Estaba tan pagado de sí mismo que cuando forma el último gobierno de la república en paz, desprecia la la o que le tiende un emisario de Gil Robles, que viene a ofrecerle su apoyo para evitar la guerra civil. Entonces, Azaña, lleno de soberbia, le rechaza porque, dice, "uds no están ni estarán nunca dentro de la república".

Es un hecho probado que los líderes siente la imperiosa necesidad de echar sus culpas a un chivo expiatorio. Ellos no habrían sido más que las víctimas de fuerzas malévolas, pies bien, para Azaña esas fuerzas eran... España. La "gran" obra de Azaña es, dicen, la "Velada de Benicarló" donde se desembaraza de su estruendoso fracaso, ya de camino al exilio, echando las culpas a todo lo español, que es el arrecife donde encalla la nave de la república... El ha hecho lo que ha podido, pero esta nación no está preparada para la grandeza de espíritu que sólo él tiene.

Es posiblemente el personaje de la República más anti español y más huero de todos los fantasmas que deambularon por aquella pesadilla. No siquiera Largo Caballero, tan leninista él, era más anti español.

Azaña era un elitista soberbio, un ejemplar de elitismo como hay pocos. Los azañistas no se dan cuenta de que son pálidos imitadores de ese elitismo. ¡A ver si va a resultar que García Domínguez es un elitista frustrado porque los catalanes no le han admirado suficientemente!

¡Desenterrar el nacionalismo español de Azaña! Un oxímoron. Para empezar, nacionalismo y elitismo son dos cosas que se dan de hostias. Empiece la lista de nuevo, por favor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

«España es católica o no existe. España es incomprensible sin su catolicismo, que no es el catolicismo francés, ni el italiano, es una forma de entender el catolicismo que trasciende el imperio y la decadencia.».

Hay que ser muy valiente para reconocerlo.

De hecho, la Unidad de España se explica única y exclusivamente en base a su excepcionalismo Católico.

Cárgate esto y acabas con España.

Anónimo dijo...

Sinceramente... Nacionalismo español democratico y laico... Hay poquita cosa en la historia de España... Los padres de la constitucion de 1812, (catolica)? Riego? Prim? La restauracion Canovista que era censitaria.. Que comenzo con un golpe de estado y termino con otro? Azaña no es santo de mi devocion... Y estoy de acuerdo que no es un ni siquiera un mal ejemplo... Pero creo que bastaria con los ejemplos de un nacionalismo español a secas... Juana de Arco no era democratica ni laica... Isabel I tudor no lo fue... Ni Pedro zar de todas las rusias... Ni Suvurov... Pero esos personajes en sus paises nadie los defenestra... Ni los esconde avergonzado... Napoleon no era un democrata... Cromwell acabo siendo un dictador.. Anticatolico... Quitado de Washington... Churchill... Lafayette... Hay pocas figuras relevantes historicas nacionalistas... Democraticas y laicas...

www.MiguelNavascues.com dijo...

Sí, totalmente de acuerdo.
Hay que ser consciente de la historia de cada uno.