Asomarse al abismo

Por unos días que dejo de leer sobre la economía exterior -esperando, probablemente, que se haya hecho el milagro-... me entero hoy de que las cosas no mejoran. Que las cosas en los centros económicos del mundo no mejoren es muy mala noticia, pues, como ya he explicado aquí, necesitamos que nos financien el ajuste ineludible de nuestros excesos, si no queremos que las cosas se pongan realmente duras.
Pues no. Las cosas siguen igual o peor. En EEUU, particularmente. Primero,porque hasta que no solucionen el problema de los gigantes Fannie Mae y Freddie Mac (financiadores de hipotecas con protección oficial, técnicamente insolventes), allí se puede montar una crisis sistémica, que no es ni más ni menos que una desescalada en cadena y a la carrera, con el grito de "maricón el último".
Preparémosnos a que, durante al menos un año, no nos presten dinero para financiar el déficit exterior de España, si no es con cuentagotas -en el mejor de los casos. Esto quiere decir que la caída de la demanda será sonada. Esto, a su vez, quiere decir que la caída de los pisos será sonada. Y esto... esto va directamente a los bancos y cajas, que buscarán como locos dinero debajo de las piedras para mantener la ficción de que sus inversiones han sido acertadas. Y, ¿de dónde vendrá ese dinero?
Cualquier intento de ayuda del sector público empeorará el crédito de España y la situación. Hay que recuperar crédito como sea, y este gobierno NO LO ENTIENDE. No se trata de mantener el consumo, sino de despejar lad dudas sobre nuestro crédito. Y eso no se hace rápidamente, ni subvencionando.