CEC

La economía ha caído en manos de círculos exclusivos cerrados (CEC), tan cerrados y exclusivos que muchos de sus oficiantes no tienen contacto con la realidad. Lo sé porque yo participo en algunas de sus "tenidas" tipo francmasonas; pues franc-amente, podrían llamarse así por lo selectivas que pretenden ser.
Esas tenidas tan cultas, y en las que se debaten cosas inaplicables, y por ello surrealistas, o metafísicas (si lo prefieren), solo sirven para aumentar las distancias y la desconfianza entre oficiantes.
Luego hay un gran vacío entre este exotérico nivel y el de la calle, terreno en el que domina el más puro esquema conspirativo marxista: El capitalismo-blanco malo, el propletario-indio bueno, a por ellos, oé.
Ese inmenso vacío debería pertenecer -y pertenece- a los medios, pero estos no son independientes. Así que suelen depender de un poder o someterse a la plebe para vender. Ergo, no hay opinión económica más que la confusamente expuesta, y la gente no sabe digerirla si no es a través de la consigna.
Hay que decir que todos estos niveles están teñidos de ideología muy primaria, sin matiz, como todo en este país. O eres progre o eres reaccionario, y punto. Estas entomologado, pinchado como un insecto en una caja, y si te mueves a la derecha o la izquierda eres un zoombie al que aplastar.
Luego están los de arriba del todo, que son los que tienen un cargo político como el que tiene una villa en el campo. Va a él con su coche oficial, sus guardaespaldas, su despacho como un campo de fútbol... pero no tiene responsabilidad. Es una sinecura que rellena con su careto, pero como la inmensa parte del poder económico lo hemos largado a Bruxelas, pues estos cargos, que antes decidían, deberían haberse amortizado, pues no pueden hacer nada. Así la gente sabría a que atenerse, ¿no es verdad Perilo?