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DECADENCIA DE OCCIDENTE

domingo, 9 de noviembre de 2008

Breve tratado sobre la deflación

Tras el comentario anterior, se me ha ocurrido que sería bueno explicar, muy brevemente, el porqué la deflación es dañina, tanto o más que la inflación. ( De nada.)
Ya saben que la inflación es un aumento continuo de nivel general de precios. Los precios de bienes y activos suben constantemente. Es obviamente malo: distorsiona la información que los precios relativos transmiten a los agentes, que es la información básica con la que tomamos decisiones.
Deflación es el fenómeno opuesto: una caída constante del nivel general de precios. No confundir con caídas individuales de ciertos precios por razones particulares: por ejemplo, la caída de los precios de los ordenadores, que se debe a la mejora constante de su productividad. Eso es un ajuste de precios relativos que, ciertamente, beneficia a todos.
La deflación no la hemos conocido casi nadie, desde la segunda guerra mundial, salvo en Japón de la última década (ver artículo de Friedman referenciado más abajo). Ello se debe a que la política monetaria no se ha enfrentado a crisis severas, y ha podido reaccionar a tiempo para evitarlo: por ejemplo, en el crash de 1987, o en la crisis asiática-rusa de 1998. También en la gran incertidumbre provocada por el atentado de las Torres gemelas. En esas ocasiones, bastó una reacción convincente de la FED y otros bancos centrales para frenar la deriva. En 2001-02, la inflación en EEUU fue 0%, y se montó una estrategia para eludir el peligro, que funcionó. Aunque yo creo que no era tan alarmante como ahora.
Ahora quiero explicar las distorsiones que origina la deflación, muy peligrosas. Por supuesto, el riesgo es tanto mayor cuanto mayor haya sido la euforia del periodo anterior.
- 1) los activos físicos y reales caen. Esto es malo porque detrás de cada activo hay una deuda que lo ha financiado (y una renta de ese activo que también cae). No es malo que unos activos caigan frente a otros, pues ello permitiría que cambiaran de manos: es malo que todos caigan, porque el patrimonio neto de cada uno de los consumidores y empresas pierden valor real (los activos caen mucho más deprisa que los bienes).
-2) El valor real de las deudas de cada uno aumenta según caen los precios. La deuda está fijada en valor nominal: la hipoteca que debes, por ejemplo. Al caer los precios -y salarios- el valor real de tu deuda aumenta, mientras que tu renta real salarial se reduce o desaparece -porque aumenta el paro. Por el contrario, aumenta la renta fija real de pensionistas y clases pasivas, las más improductivas.
-3) El aumento de la Deuda, D, y la bajada constante de los activos, A, hace que disminuya el patrimonio neto de todos, A-D. podría objetarse que D es un activo para el acreedor, por el ejemplo, el banco que ha prestado hipotecas, pero pregúntenle al banco si le hace gracia que aumente el valor de su hipoteca mientras aumenta la morosidad... En el mejor de los casos, esas hipotecas serán ejecutadas, arruinará al deudor, pero al banco le cargarán con un activo cuyo precio está cayendo constantemente...
-4) Si los precios de los bienes y servicios caen constantemente, y la gente asume esa expectativa, retrasará el consumo de los bienes duraderos (coches, frigoríficos, etc), si sabe que van a ser más baratos -y que la financiación también, pues los tipos de interés bajarán). No hay prisa, esperemos a que salga un nuevo modelo, o que se deprecie aún más el mercado de segunda mano...
-5) Se colapsa el sistema bancario al no tener suficiente liquidez (pasivos a corto) para hacer su función normal, de captar depósitos y dar créditos. Esto agudiza los puntos 1) a 4).
-6) el valor del dinero numerario -los billetes- aumenta, pues aumenta su capacidad adquisitiva al caer los pecios, lo que lleva a la gente a no tener ganas de invertir en activos. Esto acelera el proceso 4) anterior. La gente se encuentra a gusto con el dinero bajo el colchón, sin prisas en gastar ni invertir. De ahí el consejo de Friedman: meter dinero en el bolsillo del público, comprarle sus activos financieros, hasta que sienta que tienen demasiado líquido y comience a tener ganas de comprar bienes y activos.
Por eso es prioritario contrarrestar ese proceso envenenado, pues si se enquista, es duro cambiar las expectativas de la gente. Cuanto más se tarde, más aumentarán los recursos ociosos - el paro- más caerá la renta, más aumentará el pesimismo, etc. Por eso soy tan crítico con Trichet: va muy por detrás de los acontecimientos, y eso aumenta el riesgo de llegar a la deflación.
Y por eso me desespero con los economistas españoles, famosos o no, catedráticos o no, que no tienen ni puta idea. Ni puta. Desdeñar el riesgo de deflación es temerario e ignaro. Queda a salvo de esta condena De Guindos, que hoy, en su art. en el Mundo, dice lo mismo que yo. Aunque no tan detallado.

2 comentarios:

  1. Luis, es muy acertado que hayas explicado que es la deflacion. Creo que la gente no sabe en que consiste ni los riesgos que tiene. Efectivamente, lo que te decia, debio ser acabando el año 2002, y entonces cuando yo supe lo que era tuve unas navidades poco confortasbles, pero es bueno saberlo

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