Leyendo el blog de Scott Sumner (ver link a la derecha) veo un ejemplo de lo que IMPLICA la perfecta estabilidad de precios: decadencia.
Entre 2002 y 2010, el IPC japonés ha pasado de 100,1 a 99,7. bingo, un éxito de su banco central, el orgulloso Banco de Japón. En ese periodo la economía apenas ha crecido. Mientras, la deuda pública se ha colocado en un asombroso 200% del PIB. Una locura que, sin embargo, no parece preocupar al Banco de Japón.
El caso japonés es el ejemplo perfecto de los riesgos que conlleva la estabilidad total de precios.
La mayoría de los bancos centrales (incluido el BCE, al menos oficialmente) tiene un objetivo del 2% de inflación anual. Unos, como el Banco de Inglaterra, o el de Suecia, toman esa cifra como central; otros, como el BCE, como máximo. El Banco de Japón juega a un objetivo del 0% (o bien ha de admitir que ha fracasado).
Los ilusos que sueñan con que una estabilidad absoluta de precios es el mejor de los mundos posibles, que miren a Japón.
Los precios han de crecer con el tiempo; primero, porque no hay índices perfectos, y se ha demostrado que todos tienden a exagerar al alza; segundo, porque han de acomodar las movidas de los precios de las materias primas y los salarios; un IPC fijo colapsaría los márgenes empresariales y reduciría a largo plazo la inversión.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)
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