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DECADENCIA DE OCCIDENTE

jueves, 19 de agosto de 2010

Desinflación a largo, locura a corto.


 Desde los años 80 - es decir durante casi tres décadas-, hemos vivido bajo la ideología anti inflacionista. Gracias a eso, a la instrumentación de nuevas normas para los bancos centrales, y a la consistente reducción de las expectativas, La inflación de los países desarrollados ha caído profundamente y se ha ajustado a los objetivos de dichos bancos centrales, como se puede ver en al figura, que recoge 22 años de inflación de 4 países. ¿Qué nos muestra esta figura? pues que la inflación tiene altos y bajos estrechamente relacionados con el ciclo corto, pero que no puede negarse categóricamente que también hay una tendencia a largo plazo. Es posible que los bancos centrales han sido maestros en suavizar las fluctuaciones, pero parece que el éxito a largo plazo ha sido más un factor cultural, una aceptación social de que era "bueno" colaborar con las autoridades, confiar en ellas, que si nuestra renta nominal subía menos, los precios responderían con una inflación menor. En suma, la lucha por el control de las expectativas ha sido la mayor fuente de éxito, pues parece haber sido irreversible. La curva de Philips se ha hecho más elástica -pero no ha desaparecido.
La crisis actual ha supuesto una intensa recesión (la Gran Recesión), y ha aumentado el GAP de producción (el bache entre el PIB actual y el que habría suponer como potencial). El PIB potencial (PIB sin aumento de la inflación)  no es fácilmente medible, pero dadas las tasa de paro actuales, y las bajas tasas de inflación, es claro que el déficit sobre el potencial es el mayor de la posguerra, y en algunos países con el riesgo añadido de que aumente.
En todo caso, ese Gap hace muy improbable que la inflación sea una amenaza, más cuando los mercados de activos no se han recuperado del quebranto sufrido en la crisis. Dada la tendencia de la gráfica, y las fuerzas depresivas actuales, no hay riesgo de inflación apreciable. De hecho, las expectativas que se ven en el tipo neto de interés de los bonos normales menos los indiciados es:

Entonces, ¿Por qué los banqueros centrales siguen hablando como hace 30 años? hablan como si el paro estuviera próximo al mínimo histórico y la inflación por encima del 2% objetivo de los bancos centrales, y quisieran aprovechar la debilidad económica para obtener un buen registro en inflación. Quizás no se hayan dando cuenta desde dónde venimos, del largo periodo desinflacionario que hemos vivido, y de que las expectativas de los agentes no so precisamente las de hace 30 años..
En un doc. del FMI, se puede ver que en el pasado, los periodos de Gap tras una recesión  han sido seguidos de lagos periodos de desinflación. La Gran Recesión -como ha venido a llamarse a la crisis actual- ha sido mucho más perniciosa en el aumento del Gap y la tasa de paro, por lo que la esperanza que parecen tener los banqueros centrales, de que la inflación se mantenga en el 1,5% actual, puede ser vana.... y  arriesgada.
NB: Este espíritu anacrónico, me hace recordar, necesariamente, el que se respiraba  cuando empezaba, allá por 1996, el debate del euro. En efecto, si la caída de la inflación se había logrado, y sus consecuencias indeseadas, como el molesto ajuste de divisas, ¿por qué el euro? El euro ha sido como un adorno innecesario, una baratija política. En fin, sigamos.
Ateniéndose a los datos del documento citado, lo esperable es que la inflación siguiera cayendo unos años, lo que desde luego prolongaría los males de los mercados de activos y acentuaría las fuerzas depresivas. Un efecto colateral de este escenario sería une reducción de los ingresos fiscales, con nuevos problemas para controlar el déficit y la deuda. Un escenario, en suma, como el japonés, de bajo crecimiento, inflación cero o negativa, y una deuda inevitablemente creciente, algo que podría sumirnos en uno prolongado estancamiento.
Al menos Bernanke ha cambiado de discurso, y ha abierto la puerta a decisiones más contundentes para combatir este riesgo. Trichet anda todavía por el discurso anti inflacionario, que es lo que le dicta Merkel. El Banco de Japón siempre se ha atenido al mismo discurso ambiguo, pero al final japón ha preferido inflación negativa con deuda creciente, a saber por qué.
¿Es la inflación cero o negativa deseable, como piensan los liquidacionistas? si nos atenemos a hechos, sólo hechos, es una locura.

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