"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 5 de febrero de 2025

La deuda nacional irremisible






Este gráfico muestra la deuda nacional española en % sobre el PIB nominal. Como ven, hay dos medidas de deuda: la Deuda total en circulación de todas las administraciones públicas (en manos de los acreedores que la han comprado, línea superior azul) y la deuda que llamo “Neto PDE” (línea roja). Me explico: esta última es el resultado de hacer unos ajustes a la Deuda total en circulación, ajuste que se llama Protocolo de Déficit Excesivo, PDE. Este PDE es una disposición de la UE que permite restar del total una serie de conceptos, entre los que el más importante es la consolidación de los pasivos que son a su vez activos de alguna entidad pública. Por ejemplo, cuando el Gobierno asume la obligación de pago de una Autonomía, se endeuda para cubrir el pago, pero a la vez adquiere un activo respecto a dicha Autonomía. 
Esto es el legítimo principio de la doble contabilidad, que obliga a contabilizar la contrapartida de todo asiento contable. PERO… pero en este caso se da por supuesto que esa contrapartida del pasivo es un activo que vale lo mismo que el pasivo, LO CUAL no es verdad. No es verdad porque la deuda de las CCAA no tiene mercado: no hay nadie que ofrezca un euro por ella. No vale nada. Las CCAA no tienen potestad para emitir deuda en el mercado. 
Es de suponer que se estableció así para tener controlado el nivel y el coste de la deuda, que siempre será mejor si es la que emite el Estado, deudor perfectamente conocido por los prestamistas, y así no habría riesgo de quiebra y default de una autonomía. Este planteamiento es plausible salvo que resulta que tenemos un Estado central y autonómico voraz que no para de gastar dinero. El PDE se basa en el supuesto de que cada entidad deudora mide su credibilidad emitiendo en el mercado, pero resulta que no, que en España el crédito es del Estado central, y resulta no es lo suficientemente severo con sus polluelos autonómicos porque él mismo es un voraz emisor de deuda. Aparte de estar profetizando a la Cataluña una “inversión de capital” que supondrá sí o sí un nuevo escalón p’alante de nuestra deuda de todos… bueno, menos los vascos y catalanes. ¿Es éste el precio que debemos pagar para que no se vayan de España? En mí opinión es excesivo.
El ajuste PDE está representado el la línea verde, que como se puede apreciar empezó siendo insignificante y ha llegado a cobrar un volumen superior al 30% del PIB. Entonces, la deuda emitida es 137,7% del PIB, mientras que tras el ajuste PDE queda en 104% (datos en el cuadro) que es la deuda oficial-sancionada por la UE. Es de suponer que esto pasa en todos los países, lo que no deja de ser inquietante, porque resultaría que la opulencia europea no es más que gasto adelantado a pagar por ciudadanos futuros. Y éstos no tienen pinta de llegar a ser muy ricos en renta nacional…
La deuda solo tiene una solución a largo plazo. Crecimiento del PIB a mayor ritmo que el tipo de interés devengado por la deuda. Con esta condición, la deuda sería descendente y el PIB (con lo que se paga) sería ascendente. 
La mejor manera de arreglar el problema que se nos viene encima es creciendo a largo plazo con productividad y empleo crecientes, y hacer una congelación de deuda nominal a largo plazo que sea creíble para los mercados. 
Pero este plan está en entredicho por una razón: los pasivos de sanidad y pensiones, de seguir la trayectoria de ahora, llegarían a un 500% de PIB en la siguiente generación… a lo que habría que sumar las demás locuras que se comenten… y el añadido de que nos hemos comprometido a aumentar los gastos militares un buena tajada sin reducir otros gastos sociales. O sea, la cuadratura del círculo. Se empieza a entender por qué algunos piensan que España, y Europa también, están al borde de caer en el subdesarrollo. Además, abruptamente, con grandes colisiones de todo tipo. Cosa que a la gente - adormecida - ni se le ocurre, todo sea dicho. 





2 comentarios:

Pablo dijo...

¿Y cuando calculas, más o menos, que este tinglado se vendrá abajo? Es para un amigo.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Difícil decir. Cuanto más suben las bolsas más me mosqueo, porque ya hace mucho que pasan muy por encima de su valor teórico. Las empresas más compradas no han tenido beneficios todavía. Pero el año pasado todo el mundo (me incluyo) predecía un colapso, y no sucedió. Nos quedamos en paños menores. Mientras los bancos centrales no suban los tipos de interés, creo que habrá una tregua. ¡Ah, yo creo que las bolsas han dejado de ser de este mundo!