"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 26 de agosto de 2012

Dinero y confianza

Se supone que el dinero evita los enormes costes que supondría transaccionar mediante el trueque. En los libros de texto se ofrece el dinero como alternativa al trueque, que fue, se supone, lo primero que se conoció. Sin embargo, los antropólogos no han encontrado un caso de sociedad tribal o atrasada que se base en el trueque puro. Lo que han encontrado es ejemplos de una jerarquización de bienes, una idea de crédito sin dinero (lo cual ha en contra de lo que se suele contar en los libros de economía), y ingeniosos métodos para evitar el trueque, que en realidad solo puede darse cuando hay plena coincidencia de deseos por ambas partes: "yo quería los pollos y tú querías la vaca, a la tasa de 10 pollos por vaca, justo como habíamos soñado".

El trueque, según David Graeber, viene a ser una ficcion muy útil para explicar Laa ventajas del dinero, pero no se encuentran pruebas concluyentes de que se diera en estado puro.

Si no hay dinero, se puede pensar en otras alternativas, que no han sido refutadas por la antropología, como la confianza mutua (te doy los pollos hasta que mates la vaca y me puedas dar los chuletones que deseo), o te regalo la vaca, y ya veremos luego si acaso casas a mi hijo con tu hija, etc. es decir, antes de que aparezca el dinero hay indicios de que había crédito (al revés de lo que se suele pensar), y había una idea de lo que valían los bienes, a partir de una jerarquización (una canoa vale mas que una vaca, un vaca vale más que un pollo...). No se llegaba muy lejos con eso, es verdad, pero se limaban las dificultades del trueque puro, que, como hemos dicho, no es más que una ficción.

Desde este punto de vista, el dinero está relacionado con la confianza. El dinero, por una parte, la hace menos necesaria; por otra parte, la generaliza. Antes del dinero, había confianza selectiva en gente conocida. Había transacciones entre conocidos que establecían lazos estrechos y duraderos. El que se quedara fuera de esos lazos, tenía poco que aportar.

Con el dinero, la confianza se concentra en el dinero. Si conoces la moneda con la que te pagan, puedes razonablemente vender algo (después de regatear, claro, porque la información sobre el producto o la moneda no es tan precisa como para no intentar apurar al máximo los amplios márgenes de incertidumbre por ambas partes). Naturalmente, esto no excluye que se establezcan relaciones especiales duraderas, basadas en la expectativa de intereses mutuos futuros. Pero ya no hace falta confiar en ña persona, aì esta riene dinero.

Por lo tanto, el dinero quita de en medio una nube de desinformación y generaliza la posibilidad de transacciones entre desconocidos. No hace falta ya tener un acervo de confianza mutua, de información insegura, con todas las limitaciones que eso entraña. Esto es perfectamente compatible con las propiedades atribuidas al dinero, de unidad de cuenta, transacciones y depósito de valor.

Podemos imaginar el ejemplo de una tienda del barrio, donde somos conocidos, y podemos a veces dejar a deber algo (hay confianza), que una tienda de otro barrio, donde pagamos con dinero o no compramos. y pensando mas a lo grande, sabemos que tras las crisis han elevado su tenencias de liquidez, como carta de presentación para hacer tratos con todas empresas. La crisis multiplicó y difundió la desconfianza, y eso obligó a "invertir" en dinero.

Ahora el dinero sustituye la costosa e insuficiente información. El dinero incorpora sus propios riesgos (fraude en el contenido, inflación, etc), y esos riesgos, en contra de lo que dice los libertarios/liberticidas, estaban presentes cuando había una emisión privada de dinero. No está comprobado eso de que la competencia entre emisores lleve a una mejor calidad del dinero. Las quiebras del dinero privado se daban con la misma frecuencia que las del dinero público. Y aunque éste no nació solo para proteger a los usuarios el dinero -nació para aumentar el poder recaudatorio del estado- los sujetos preferían el dinero de la corona cuando éste no estaba excesivamente manipulado en su contenido. Además, el dinero privado deberia ir acompañado de una fama que no iba mas allá de cierto circulo, probablemente financiero, no en la vida diaria del mercado al contado. De todas formas, la corona aprendió a monopolizar legalmente la emisión, exigiendo los pagos de impuestos en el dinero avalado por ella. Sobre rodo cuando el emisor competitivo etabun señor feudal demasiado ansioso con desbancar al monarca. De todas formas, durante mucho tiempo pervivieron casas privadas de emisión, que competían con el dinero oficial por el prestigio. La declaración de un solo dinero como liberador de deudas con el estado fue lo que hizo desaparecer el incentivo a la emisión de otras monedas.

Por lo tanto, el dinero da confianza. Su ausencia descarga sobre las personas el coste de informarse sobre la parte contraria, lo cual hace mas subjetivo, selectivo y raro el comercio. Tiende a limitar las transacciones espacialmente y socialmente. Para que el dinero funciones, debe ser, como dicen los libros de texto, "generalmente aceptado": es decir, debe ser reconocido por todos los que participan en los mercados. El estado debe de impedir el fraude, el dinero falso, para lo cual dispone de amplios medios.

El dinero, al ser producido por un monopolista, no necesariamente partícipe en todos los mercados, debe estar presente en las cantidades suficientes. La primera obligación de un banco central es que el dinero no falte en ningún mercado; eso incluso más importante que impedir la inflación. La ausencia del dinero es el primer paso para la deflación, un proceso inverso a la inflación, aunque de efectos más perniciosos. Y eso lo garantiza mejor un banco central moderno que las alternativas que se han sucedido en la historia, como el dinero privado, o el dinero de pleno contenido, o el patrón oro. Todo estos sistemas no tienen en realidad recurso previsto para que el dinero retorne a los mercados, salvo romper el sistema y emitirlo libremente, como siempre ha sucedido en todas las crisis financieras, que siempre acaban en una crisis de liquidez, porque lo primero que se ausenta es la confianza, que se va a depositar exclusivamente en el dinero como el único activo plenamente líquido. En los años treinta, cuando la crisis causada en buena parte por el patrón oro, la única solución fue suspender la cotización oficial del oro, que todos los paises acabaron haciendo, aunque demasiado tarde para evitar las revoluciones sociales que desetabilizaron a Europa. En contra de lo que se intenta que creamos, fue la hiperinflación la causa de la desestabilización, sino la deflación posterior.

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