Mientras nos tiramos las cacerolas a la cabeza a cuenta del Statut, lo que veíamos ayer en EEUU, lo vemos hoy en Europa. Caída de la demanda, debilidad de la banca.
La M3 del euro (la oferta monetaria "amplia", que incluye todo tipo de instrumentos líquidos) vuelve a caer
(-0,2% interanual en mayo). La demanda se desinfla; no hay crédito en toda la zona euro, como se ve en el gráfico de AFI: el crédito bancario a empresas y familias se hunde, excepto el hipotecario. Obsérvese que el crédito cae más que en el 2009, una señal de alarma para cualquier Banco Central.
Sin embargo, como ya anticipamos, esta huida hacia la calidad (Tesoso americano, bubd alemás) es muy selectiva: el diferencial de la deuda española con la alemana ha vuelto a sobrepasar los 2 puntos, mientras que la alemana ha bajado a 2,58%, la Española ha subido a

4,58%. El bono griego vuelve aniveles de escándalo: 11,82%, más de 9 puntos sobre el alemán, totalmente insostenible y que hace preguntarse ¿de qué ha servido el salvamento UE/FMI? (ver gráfico).
Otra noticia es el cabreo olímpico de la banca española, ante la no renovación de la financiación especial a un año del BCE, cuando peor están las cosas para los bancos -y no sólo los españoles. Lo menos que se puede decir es que "no es el momento"de poner más palos en las ruedas. La estabilidad bancaria está en juego, y más ahora que -no se ha enterado Trichet- la economía va para abajo.
Pero ahora no estamos para particularismos: nos metemos en un sutnami de todos, y parece que el BCE quiere jugar al rigor contra la inflación, cuando ésta ya da signos (Alemania) de estar cayendo.
Nosotros, mientras, a los nuestro: huelgas y movilizaciones. Que si el Estatuo, que si los empleados del Metro (siempre son los "pobres" empleados de los servicios públicos esenciales, que si cobran más es por ser necesarios). Somos unos estetas. Nos pierde lo superficial, la estética de ir a la manifa a lucir nuestro ultimo pañuelo palestino y debatir sobre una cabeza de alfiler si el Statut rompe o no a España. De momento ya nos han declarado la guerra.
Pues me temo que esta vuelta de tuerca va a ser más difícil de lidiar, porque, mientras tanto, todos (bancos, BCE, Cajas) hemos perdido crédito por arrobas. Claro, a las manifas y movilizaciones van los que tienen empleo seguro: funcionarios, jueces progres, empleados del metro, y liberados sindicales.
Como decía mi padre, "¡pues estamos aviados!"
Celebremos el Statut, la puntilla de la cordura. El que venga a corregir tanto desvarío (o el que se haga con el solar que quede) no tendrá perdón.
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