He ido a votar a Esperanza Aguirre. Llevo años sin votar, así que lo hecho con plena conciencia.
He votado a esta señora por dos razones (que no quiero decir que tengan que compartir) :
Una, porque ha hecho una gestión impecable de los recursos que maneja. Ha hecho Líneas de Metro y Hospitales nuevos con sus propios recursos, sin que el erario estatal le haya ayudado con un euro.
A pesar de eso, sus dominio, la CAM, ha sido la que menos déficit público ha registrado. Lo vimos ayer en este mapa del WSJ, WSJ, que vuelvo a poner. Madrid, 0,6% de déficit. Es decir, Madrid ha aportado a España un no desdeñable recurso: no ha provocado deuda para invertir. Por qué los catalanes & cía no son capaces de hacer lo mismo, no me lo explico.
No solo eso: tengo un amigo especialista en mercado de trabajo, de izquierdas, que no para de cantarme alabanzas de lo que supone Madrid para España en creación de empleo. Es decir, Madrid no sólo crea empleo en Madrid, sino que por su dinamismo es una fuente de empleo para el resto de España. Los flujos de empleo que salen y entran de Madrid con el resto de España son tantos como los que se producen en las demás regiones entre sí. Si no fuera por Madrid, el paro sería aún mayor de los 5 millones oficiales.
Esto sólo, por interés propio (que es por lo que hay que votar) bastaría. Pero tengo una segunda razón.
Espe es el epítome del buen político de derechas que ha tenido la desgracia de nacer en España. España ha tenido un problema desde hace al menos un siglo: la izquierda ha sido intolerante con los políticos de derechas que han sido buenos gestores. Desde que, en 1909, con la Semana Trágica, se tiró por la ventana a Antonio Maura, España ha encontrado como vía "natural" -pero anti constitucional- de desbancar a los políticos buenos, el acoso, insulto, movilización, incluso asesinato, incluso indiscriminado en masa, en nombre de la revolución republicana, socialista y nacionalista. Los que saben los hechos saben de lo que hablo. Los que creen que la izquierda española es una especie de ONG humanista, no saben de lo que hablo. Los hechos son que lo socialistas, republicanos, nacionalistas, siempre han jugado la carta antisistema cuando había un sistema de garantías para canalizar las ideas políticas. Y cuando se les invitaba a participar en él, se manifestaban en contra, aunque sí que iban a las elecciones, pues los escaños les servía para muchas cosas (desde ahí podían amenazar de muerte a sus oponentes, como no se recataron de hacerlo varias veces. ¿no les recuerda a algo?). Véase, 1909, 1917, 1931, 1936, 2004... hoy mismo, en 2011. Eso sí, durante el franquismo, se escondieron ladinamente, excepto los comunistas, los únicos que le echaron un par al asunto. Es decir, cuando no había sistema de garantías, estaban cómodamente debajo de las piedras, dejando que los que tenían un par lucharan por sus derechos. Pero bueno, no es el momento.
Por eso voto a Espe: por ser excepcional en un panorama que da pánico, y por ser un epítome (que suena mal, pero me entiendo). Tomás Gómez, su oponente, es a su vez un epítome de ese tipo de político patibulario que cree que por ser de izquierdas tiene derecho a insultar y agredir, y ofender (aunque es tan tonto que no se entera) a los que no le votan. Es de los convencidos que ser de izquierdas es ser hijo de dios. Pero es el tratamiento habitual que ha recibido Espe de sus oponentes, que parten de la base, siempre, de que es una "fascista", no sé de qué: siempre ha demostrado preferir las urnas como respaldo, como en 2003, cuando podría haberse apoderado de Madrid sin elecciones, y las convocó para dejar las cosas claras.
Además, he querido rendir un homenaje a una persona que no ha hecho abuso de su grave enfermedad, y que ha disimulado sus defectos en su salud, bastante quebrada. Una señora que dice: -"un momento, que me tienen que quitar un cáncer, ahora vuelvo"-, como si fuera a la peluquería, y vuelve a su puesto sin más alharacas, merece algo. Un voto, quizás no, eso depende. Pero un respeto enorme, desde luego.
Esto no es campaña electoral. Los colegios electorales están cerrando. Como digo, no son razones para un voto. Son razones para un respeto.
He votado a esta señora por dos razones (que no quiero decir que tengan que compartir) :
Una, porque ha hecho una gestión impecable de los recursos que maneja. Ha hecho Líneas de Metro y Hospitales nuevos con sus propios recursos, sin que el erario estatal le haya ayudado con un euro.
A pesar de eso, sus dominio, la CAM, ha sido la que menos déficit público ha registrado. Lo vimos ayer en este mapa del WSJ, WSJ, que vuelvo a poner. Madrid, 0,6% de déficit. Es decir, Madrid ha aportado a España un no desdeñable recurso: no ha provocado deuda para invertir. Por qué los catalanes & cía no son capaces de hacer lo mismo, no me lo explico.
Esto sólo, por interés propio (que es por lo que hay que votar) bastaría. Pero tengo una segunda razón.
Espe es el epítome del buen político de derechas que ha tenido la desgracia de nacer en España. España ha tenido un problema desde hace al menos un siglo: la izquierda ha sido intolerante con los políticos de derechas que han sido buenos gestores. Desde que, en 1909, con la Semana Trágica, se tiró por la ventana a Antonio Maura, España ha encontrado como vía "natural" -pero anti constitucional- de desbancar a los políticos buenos, el acoso, insulto, movilización, incluso asesinato, incluso indiscriminado en masa, en nombre de la revolución republicana, socialista y nacionalista. Los que saben los hechos saben de lo que hablo. Los que creen que la izquierda española es una especie de ONG humanista, no saben de lo que hablo. Los hechos son que lo socialistas, republicanos, nacionalistas, siempre han jugado la carta antisistema cuando había un sistema de garantías para canalizar las ideas políticas. Y cuando se les invitaba a participar en él, se manifestaban en contra, aunque sí que iban a las elecciones, pues los escaños les servía para muchas cosas (desde ahí podían amenazar de muerte a sus oponentes, como no se recataron de hacerlo varias veces. ¿no les recuerda a algo?). Véase, 1909, 1917, 1931, 1936, 2004... hoy mismo, en 2011. Eso sí, durante el franquismo, se escondieron ladinamente, excepto los comunistas, los únicos que le echaron un par al asunto. Es decir, cuando no había sistema de garantías, estaban cómodamente debajo de las piedras, dejando que los que tenían un par lucharan por sus derechos. Pero bueno, no es el momento.
Por eso voto a Espe: por ser excepcional en un panorama que da pánico, y por ser un epítome (que suena mal, pero me entiendo). Tomás Gómez, su oponente, es a su vez un epítome de ese tipo de político patibulario que cree que por ser de izquierdas tiene derecho a insultar y agredir, y ofender (aunque es tan tonto que no se entera) a los que no le votan. Es de los convencidos que ser de izquierdas es ser hijo de dios. Pero es el tratamiento habitual que ha recibido Espe de sus oponentes, que parten de la base, siempre, de que es una "fascista", no sé de qué: siempre ha demostrado preferir las urnas como respaldo, como en 2003, cuando podría haberse apoderado de Madrid sin elecciones, y las convocó para dejar las cosas claras.
Además, he querido rendir un homenaje a una persona que no ha hecho abuso de su grave enfermedad, y que ha disimulado sus defectos en su salud, bastante quebrada. Una señora que dice: -"un momento, que me tienen que quitar un cáncer, ahora vuelvo"-, como si fuera a la peluquería, y vuelve a su puesto sin más alharacas, merece algo. Un voto, quizás no, eso depende. Pero un respeto enorme, desde luego.
Esto no es campaña electoral. Los colegios electorales están cerrando. Como digo, no son razones para un voto. Son razones para un respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario