Ayer me leí con fruición un libro de Montalbano, pero había visto la serie de Tv entera y la verdad es que no desmerece nada al original. Salvo que al leer se hace un ejercicio de creación involuntario muy sano, cosa que la Tv no te deja.
“Que otros se jacten de los libros que han escrito/yo sólo me enorgullezco de los que he leído” decía el gran Borges. La imagen te da demasiada información sobre cosas que te ocultan otras que tú pones cuando lees. Por ejemplo, lo que piensan los personajes, que es imposible expresar en la imagen a menos que hagas un bodrio.
La serie vale la pena por el encanto de los exteriores, de esa Vitàga que se inventó Camilleri. Pero en el libro eso es sustituido por tu creatividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario