"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 23 de agosto de 2019

España y la UE: menos que cero

La participación española en la UE es ahora menos que cero. Hubo un tiempo lejano en que Felipe González y Aznar tenían influencia en Europa. No hay más que recordar la Cumbre de Niza. 
En el post anterior acababa diciendo: “a España también han llegado signos de enfriamiento, y sin embargo estamos en un limbo. El gobierno en funciones no tiene nada preparado, ni plan A, menos plan B. Nos entregamos de manos y pies a Draghi y a la UE. Veremos.”
Da igual que Borrell haya sido nombrado representante de la UE, o ministro de Exteriores. Eso significa nada más que Borrell va a trabajar con estrechos límites marcados por sus nuevos amos. 
Al elector español medio no le toca ni de refilón los debates que se dan hoy en la UE, y acepta pasivamente lo que le venga de allí. Sin embargo Salvini el italiano sigue en busca de su objetivo de librarse de las férreas disciplinas, monetarias y fiscales, que tanto daño han hecho a Italia (y a España, por cierto).
Macron intentó redefinir la política fiscal proponiendo al menos un presupuesto único de signo anticiclico, pero Merkel y la “Liga hanseatica” le han dicho que nones. Ha tenido que recular. ¿Dónde han quedado sus promesas electorales? 
Hay cosas que se mueven en Europa, y España ni se entera. Los medios apenas se fijan en esos debates, que podrían revivir la Unión o romperla. Leerá los medios es llorar, diría Larra. ¿No es la máxima expresión de la debilidad interna? Cuando un país no representa nada en el exterior, es que es muy débil. 
España ha sido de los paises que más han sufrido las restricciones presupuestarias en la crisis, cuando el BCE no hacía nada y no se despertó hasta la llegada de Draghi, pues su antecesor Trichet fue un energúmeno que subió los tipos de interés dos veces, en 2011 (con gran regocijo de JR Rallo & austriacos), en lo peor de la Gran Recesión. No acabó con el euro de milagro. 
Para España y para el euro fue un milagro que Trichet el incompetente fuera sustituido por Draghi a tiempo. Nuestra economía empezó a crecer y salir del hoyo en 2013. Aquí creemos que todo se debió al gobierno de turno, como siempre hemos creído. También creímos que Aznar y Rato hicieron el milagro de bajar los impuestos y cerrar el déficit, cuando la causa única y verdadera fue la política expansiva del BCE. 
En el interludio, por cierto, Zapatero no se enteró de nada. 
Lo que pasa en la UE tiene un gran impacto en España, pero lo que pasa en España es cero para la UE (o menos que cero si hablamos de Cataluña). La UE está en una encrucijada que, según se resuelva, se reforzarán las burocracias típicas (Comisión, Consejo, Parlamento, etcétera) o, por un milagro inesperado, se llegue a un acuerdo de mínimos de presupuesto y deuda mutualizados. Éstos son palabras Tabúes para los paises del Norte. 
El caso es que se nos viene otra recesión - espero que más suave que la anterior - en la que España no ha recuperado en nivel de paro pre crisis. Por muy suave que sea, el paro volverá a subir y la calle a rugir. Lo bueno y lo malo vendrá de Europa, a la que ni conocemos ni miramos. Aquí cambiaremos de gobierno, o de grupos parlamentarios, pues los extremos aumentarán y será más difícil formar gobierno. 

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