No sé yo si hacía falta tanta sinceridad. Es más, yo hubiera agradecido un pelín más de cortés insinceridad, porque no quiero imaginarme a la ministra vicepresidenta en paños menores. En fin, señora ministra, sinceramente, me da asco pensar en ud en bragas. ¿Y ya siendo sinceros a calzón caído, ¿le comunica ud al interlocutor su posición auténtica en bragas? Yo se lo recomiendo, pues no viéndola, pues ser excitante para ambos.
Ahora bien, para ser sinceros sin tasa, deberían ud de paso aclarar que pasó con esas niñas que estaban bajo la protección de un gobierno de uds, Baleares y Valencia, que fueron prostituidas y violadas pese a estar recogidas en una institución oficial. Para eso sí que necesitamos sinceridad, oiga.
Atentamente, recomiendole un poco más de delicadeza y de sinceridad, pero para cada caso el grado justo. O sea, un poco de buen gusto, algo indefinible, pero que existe.
2 comentarios:
Pero quién va en bragas, ella o los alcaldes? Me queda la duda.
Jajajajajaja
Publicar un comentario