Churchill califica a la revolución rusa de «maremoto de ruina en el que posiblemente se hayan abismado millones de seres humanos. Las consecuencias de estos acontecimientos [...] están llamadas a oscurecer el mundo de los hijos de nuestros hijos».«El odio que siento hacia el bolchevismo y los bolcheviques no hunde sus raíces en su estúpido sistema económico ni en la absurda doctrina de una igualdad imposible. Brota del sanguinario y devastador terrorismo que practican en todas las tierras en las que han irrumpido, y que es el único medio capaz de sustentar ese régimen criminal.»
En otra ocasión, dirigiéndose a los Laboristas en un discurso, dijo:
«Que abandonen de una vez la absoluta falacia», dijo, «la grotesca, errónea y fatal equivocación de creer que limitando espíritu emprendedor del hombre, paralizando con los grilletes de una falsa igualdad los esfuerzos de las distintas formas y clases del empeño humano, acabarán por lograr el bienestar del mundo».
1 comentario:
Una lucidez impecable.
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