Fíjense bien: en Madrid hay 2 millones de nazis, que todas las noches salen a tomar cañas y berberechos, y luego van a los barrios obreros a exterminar famélicas regiones. Y claro, el socialismo español, el de más bajo nivel de Europa, no se rebaja a esos niveles. Toma ya. Eso sí, hasta ahora, que se sepa, no ha felicitado a Ayuso por ganar las elecciones sin trampas, sino gracias a sus legionarios fascistas.
Obviamente, Carmen Calvo es imbécil, como tiene ya firmemente acreditado. Además, su cultura no rebasa el nivel de un charco en el desierto. Bueno, pues es la vicepresidenta del Gobierno. Además de imbécil es grosera, por insultar a 2 millones de madrileños, que ya es insultar. Pero no se preocupen que seguirá en su puesto impertérrita, como el tonto de Ivan Redondo, culpable de lo que pasó ayer y antes de ayer - y no de los nazis ni de los berberechos -, Por no hablar de Pedro Sánchez, el presidente en la sombra que hasta que no hable con Soros estará knoqueado.
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