"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 12 de julio de 2022

Siempre, siempre, habrá contaminación

—¡Sí, vámonos!—repitieron inconscientes sus labios, pero el cuerpo inmóvil no se movió ni un paso, su mirada la abrazaba tiernamente una y otra vez, sin poder creerse que su presencia fuera real. Sobre ellos, a su derecha y a su izquierda, rechinaban las vías de la estación central de Fráncfort, el hierro y el cristal se estremecían, afilados silbidos cortaban el tumulto del hall lleno de humo, sobre veinte paneles destacaban los horarios de los trenes al minuto, mientras él, en medio de aquel torbellino de gente que pasaba a su lado en aluvión, no la veía más que a ella, como si fuese lo único que existiera, sustraído al tiempo, sustraído al espacio, en un curioso trance en el que la pasión embotaba sus sentidos. Al final, ella le tuvo que advertir...

Se las prometían muy felices pensando disfrutar de una conversación íntima, cuando, justo antes del silbato de partida, entraron jadeando en el compartimiento otros tres señores con gruesas carteras para llevar documentos, abogados evidentemente, y tan inquietos por el proceso que acababa de cerrarse que su estruendosa diatriba ahogó por completo la posibilidad de mantener cualquier otra conversación. Así que, resignados, se quedaron uno frente a otro sin aventurarse a decir ni una palabra. Sólo

El amor lo puede todo, incluso la contaminación del progreso. Hemos progresado gracias a la contaminación. Se podrá moderar, corregir, pero siempre a base de conquistar tecnológicamente nuevos recursos, mientras no. O sí, sí volvemos unos siglos atrás. Es lo que hay, y unos piernas inmaduros solos nos puede llevar al pasado. Hacia donde vamos. La pretenciosidad científica nos ahoga.


No hay comentarios: