"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 24 de diciembre de 2022

Europa no descuelga el teléfono

Madeleine Albright, Secretaria de Estado que resolvió la crisis de Kosovo, decía que quién rayos manda en Europa, que nadie le coge el teléfono...
Europa no existe como Estado. Ese sueño no ha podido realizarse, desde que en 1992 se firmaron los acuerdos de Maastricht. Pomposamente, esos acuerdos luego se elevaron a categoría de Constitución, pero han  pasado un par de generaciones y esa Constitución es mero papel mojado. 
Al no tener un estado, siguen siendo los gobiernos miembros los que tienen el poder en el Consejo de gobiernos. Pero de antemano sus decisiones no se rigen por la mayoría cualificada, pues hay una regla no escrita que sean Alemania y Francia las que deciden. Alemania y Francia nunca han votado por separado, y como juntas tienen la mayoría absoluta, eso impide que las demás tengan incluso voz, pues si hay discrepancias no se anuncian en el tablón de anuncios. 
En estas horas de guerra y chantaje de Rusia, y antes en la Covid 19, Europa ha mostrado sus desnudeces nada bellas de ver. Cada país miembro ha tirado por su lado. Los acuerdos sobre el gas, por ejemplo, son un conjunto deslavazado, de muchas aristas y poca sustancia, llenos de contradicciones y rupturas con la realidad. Se topa el precio del gas importado del mercado mundial, pero luego se impone un racionamiento que en realidad no es común. Lo que haga España no tiene nada que ver con lo que hace Alemania... ni Francia, ésta con grandes problemas en sus otrora “boyantes” centrales nucleares, hoy obsoletas y paradas. Ahora España le vende el gas a Francia, quién lo hubiera dicho. 
No digamos ya en el frente geopolítico. Europa ha sido incapaz de ofrecer un frente común en apoyo de Zelensky, obligado a ir a Washington antes que a la ¿capital europea?, pues ahí no le cogían el teléfono. Lo único que ha obtenido es la sonrojante oferta de Macron de intermediar en una paz hoy por hoy de contornos inciertos. Sonrojante, bochornoso.
En el Telegraph, Richard Kemp.

Pero, ¿está Europa haciendo lo suficiente ahora? Francia, con la segunda economía más grande de la UE, sigue siendo solo el undécimo donante más grande del mundo. Alemania, mientras tanto, ha fallado repetidamente en cumplir con los compromisos que finalmente hizo. Su "intercambio de tanques", un plan para reemplazar los tanques de la era soviética con modelos alemanes, sigue sin cumplirse en gran medida.

Por lo tanto, con la notable excepción de los valientes gobiernos de Europa del Este como los de Polonia, Lituania y Estonia, los líderes del continente le han fallado a Ucrania.

No es de extrañar que Zelensky haya elogiado mucho más a Boris Johnson que a Macron o Scholz. ¿Y quién puede culparlo por cruzar primero el Atlántico? Porque sin la estrategia y el liderazgo británico y estadounidense, es casi seguro que las naciones de la UE habrían incumplido su compromiso y capitulación habituales, presionando a Zelensky para que negociara en los términos de Putin. De hecho, Macron prácticamente lo confirmó en su reciente visita a Washington cuando ridículamente habló de que la OTAN ofrece garantías de seguridad a Rusia si se inician las negociaciones, cuando su conversación solo debería haber sido de garantías rusas para Ucrania.

Parece absurdo que hace apenas un año se hablara de crear un ejército de la UE separado de la OTAN, un proyecto de vanidad burocrática que, por definición, debilitaría la alianza atlántica y daría aún más poder a los tecnócratas de las instituciones europeas que cuestionan la noción misma de una alianza occidental. La ineptitud de Europa en comparación con los EE. UU. para apoyar a Ucrania subraya la absoluta locura de cualquier movimiento de este tipo.

En 2022, la UE le mostró al mundo que, cuando llega el momento de la verdad, no se encuentra por ningún lado. Ahora, Gran Bretaña, como Zelensky, está mejor si permanece más cerca de Washington que de Bruselas.

Terrible muestra de lo que es por dentro la infatuada UE. Un cuerpo burocrático sin alma al que le chupan el plasma sus propios miembros. Éstos, a su vez, manganeados por trileros sacados del turno electoral.

2 comentarios:

Miguel E. dijo...

En España nos manipulan, como siempre:

https://elpais.com/internacional/2022-12-24/brexit-ano-dos-un-reino-unido-mas-pobre-devastado-por-las-huelgas-y-sin-control-de-sus-fronteras.html

Todo el santo día que si al Reino Unido le va fatal con el Brexit, que si son unos parias, etc., pero no resaltan tanto los problemas de Francia como el energético que comentas.

No me gusta la pérfida albión pero mucho menos Francia.

Yo pregunto, si el Reino Unido está tan hecho polvo, ¿por qué ayuda más y mejor que Francia a Ucrania?

Y si el Reino Unido está económicamente mal, ¿quienes somos los españoles para criticarlo, que estamos peor?

www.MiguelNavascues.com dijo...

En Europa se han tomado muy mal el brexit y los acólitos se tiran a degüello.
La verdad es que GB está algo desorientada, pero no por el Brexit. Hay otros países (Noruega) que no están en la UE, y otros que estando (Suecia) no están el euro, y les ha ido muy bien.
Un ejemplo es Polonia, que es miembro de la UE pero no ha entrado en el euro, y le ha ido muy bien. Estoy preparando un artículo sobre Polonia comparada con España. Con tipo de cambio libre, desde que entró ha cerrado brecha en renta per capita con la UE y con España.
Es lógico. Ha mantenido su nivel de competitividad, ha trabajado bien, y ha recibido inversiones del exterior. Un ejemplo a seguir...