PP y Vox, ambos partidos han escenificado a la perfección el llamado Dilema del Prisionero, de la Teoría de Juegos.
Dos prisioneros, A y B, son atrapados por la policía y encarcelados separadamente. A y B saben que les convendría callar, no denunciar al otro, pues la policia no tiene otra prueba más que lo que digan.
Pero ambos, A y B, no pueden hablarse ni concertar el silencio. Por separado, ninguno sabe que hará el otro; piensa A que si denuncia a B obtendrá reducción de pena. Y B piensa lo mismo... por lo que ambos se denuncian uno al otro y obtienen la máxima condena, que podían haber evitado si se hubieran puesto de acuerdo.
Lo mismo han hecho PP y Voz, para su vergüenza, y para sus resultados, que podrían haber sido de mayoría absoluta entre los dos. No pueden alegar, como A y B, que no podían hablar. Sí que podían hablar, pero abrieron la boca sólo para insultarse y apedrear sus tejados. Que los dioses les confundan.
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