Trichet ha subido los tipos, y piensa seguir subiéndolos, porque teme -ha dicho- los "efectos de segunda ronda". Esto es un latiguillo que oirán muchas veces, pues el BCE lo saca cada dos por tres. Yo he visto, en la OCDE, al representante del BCE sacar ese espantajo contra la opinión de todos, allá por el 2000, cuando la crisis de las tecnológicas. Aquí en España, nuestra casta de "economistas-de-la-ceja", todos políticamente correctos, se apoyan mansamente en ese latiguillo para no opinar. Al fin y al cabo, les han enseñado que la política monetaria sólo tiene efectos precios, así que, para qué inquietarse.
Se llama a los efectos de segunda ronda a la repercusión al alza de los precios básicos de abajo a arriba, principalmente a través del aumento salarial. En la cadena del proceso inflacionario, los salarios son el engranaje que transmite hacia los precios finales el impulso alcista. Pero como se trata de un proceso continuo, ha de contar con el aumento incesante del dinero en circulación. Sin esto, todo se quedaría en un cambio de precios relativos a favor del que ha conseguido el primero la subida de su renta.
Aquí ofrecemos, en el primer gráfico, con datos del BCE, una visión completa del mercado de trabajo de la zona euro.
Como se ve, el paro ha subido con la crisis, y no apunta a que vaya a bajar. Alcanza más de un 10%, aunque la media oculta que en algunos países (España) la tasa de paro es más alta. Con esta tasa de paro, ha de suponerse que los trabajadores tienen menos fuerza negociadora para forzar al alza los salarios. Y, efectivamente, como se ve en la línea azul, el Coste salarial por persona está creciendo por debajo del 2%. No es de extrañar, dado el bajo crecimiento de la demanda de empleo (verde).
Estos son datos del BCE, que si están mal (como la subida de tipos del 2008, baneada de sus series, como denuncié aquí), a ellos les toda revisar.
Como son del BCE los siguientes datos sobre el mercado monetario: en el gráfico de arriba, se ve el estado de de la velocidad de circulación de la M3 (es la velocidad a la que circula el dinero. Cuanto más baja, menos demanda y menos riesgo de inflación) y y el bajo nivel del multiplicador de la oferta monetaria (M3/Base monetaria. Tiene la misma interpretación que la anterior). En el de abajo, el nivel de la inversión productiva en relación al PIB (I/PIB), cuyo extrema e incesante caída demuestra que las empresas están para guardar sus escasas ganancias en líquido. y la demanda de trabajo, que crece al increíble ritmo del 1%.
Las declaraciones de Trichet no hay por donde cogerlas . No hay, porque no puede ser, "efectos de segunda ronda" cuando los salarios está creciendo por debajo de 2%, el paro está más alto que nunca en la corta vida del euro, la oferta monetaria está decayendo y la velocidad de circulación también.
Lo único a lo que se puede agarrar Trichy es al IPC general, que, como hemos dicho infinidad de veces, no representa el riesgo de que la inflación esté alimentándose ladinamente con "efectos de segunda ronda". Esta burda argumentación, falaz, es tragada como si fuera solomillo por economistas españoles, que repiten como un latiguillo que es que "Europa somos un desastre", no somos como USA, y necesitamos que nos castiguen. Este masoquismo (que suelen repetir ad nasueam economistas bien colocados en altos cargos, con rentas varias adyacentes a sus cargos oficiales) se transmite pasivamente por toda la correa de transmisión que va de las cabeceras podridas de los partidos a los periodistas, pasando por insignes casas como FAES.
Sí, en España hay corrupción, pero es más letal aún la corrupción y desidia intelectual.
Y ahora, todos a procesionar, para que los guiris nos tiren unas monedillas. Porque esa es otra: la salvación por el turismo, otra falacia de la que hemos de hablar.
La burrocracia europea es una lacra, pero la que es más dañina es la del BCE, que tiene un poder inconmensurable para hundir economías con la anuencia y el aplauso de nuestra casta casposa de la economía nacional de la ceja bien colocada, que, para cubrirse, suelen hablar del sexo de los ángeles y de cuántos caben en la cabeza de un alfiler; como éstos, que, como el cine español, sólo saben premiarse a sí mismos. En realidad les pagan por dar cobertura ideológica a los del mangoneo, y de vez en cuando, por lo bajo, se atreven a susurrar voces discordantes... a noche a oscuras, cuando están con su santa esposa. Hasta ahí les llega el valor. No ha de pedírseles más, pobres, que han de defender una jugosa renta y sus complementos de los envidiosos. Los del otro lado, los sin ceja (Rallo & al), ni siquiera hablan de ángeles; esos son de TEBEO en blanco y negro.

Aquí ofrecemos, en el primer gráfico, con datos del BCE, una visión completa del mercado de trabajo de la zona euro.
Como se ve, el paro ha subido con la crisis, y no apunta a que vaya a bajar. Alcanza más de un 10%, aunque la media oculta que en algunos países (España) la tasa de paro es más alta. Con esta tasa de paro, ha de suponerse que los trabajadores tienen menos fuerza negociadora para forzar al alza los salarios. Y, efectivamente, como se ve en la línea azul, el Coste salarial por persona está creciendo por debajo del 2%. No es de extrañar, dado el bajo crecimiento de la demanda de empleo (verde).
Estos son datos del BCE, que si están mal (como la subida de tipos del 2008, baneada de sus series, como denuncié aquí), a ellos les toda revisar.
Como son del BCE los siguientes datos sobre el mercado monetario: en el gráfico de arriba, se ve el estado de de la velocidad de circulación de la M3 (es la velocidad a la que circula el dinero. Cuanto más baja, menos demanda y menos riesgo de inflación) y y el bajo nivel del multiplicador de la oferta monetaria (M3/Base monetaria. Tiene la misma interpretación que la anterior). En el de abajo, el nivel de la inversión productiva en relación al PIB (I/PIB), cuyo extrema e incesante caída demuestra que las empresas están para guardar sus escasas ganancias en líquido. y la demanda de trabajo, que crece al increíble ritmo del 1%.
Las declaraciones de Trichet no hay por donde cogerlas . No hay, porque no puede ser, "efectos de segunda ronda" cuando los salarios está creciendo por debajo de 2%, el paro está más alto que nunca en la corta vida del euro, la oferta monetaria está decayendo y la velocidad de circulación también.
Lo único a lo que se puede agarrar Trichy es al IPC general, que, como hemos dicho infinidad de veces, no representa el riesgo de que la inflación esté alimentándose ladinamente con "efectos de segunda ronda". Esta burda argumentación, falaz, es tragada como si fuera solomillo por economistas españoles, que repiten como un latiguillo que es que "Europa somos un desastre", no somos como USA, y necesitamos que nos castiguen. Este masoquismo (que suelen repetir ad nasueam economistas bien colocados en altos cargos, con rentas varias adyacentes a sus cargos oficiales) se transmite pasivamente por toda la correa de transmisión que va de las cabeceras podridas de los partidos a los periodistas, pasando por insignes casas como FAES.
Sí, en España hay corrupción, pero es más letal aún la corrupción y desidia intelectual.
Y ahora, todos a procesionar, para que los guiris nos tiren unas monedillas. Porque esa es otra: la salvación por el turismo, otra falacia de la que hemos de hablar.
La burrocracia europea es una lacra, pero la que es más dañina es la del BCE, que tiene un poder inconmensurable para hundir economías con la anuencia y el aplauso de nuestra casta casposa de la economía nacional de la ceja bien colocada, que, para cubrirse, suelen hablar del sexo de los ángeles y de cuántos caben en la cabeza de un alfiler; como éstos, que, como el cine español, sólo saben premiarse a sí mismos. En realidad les pagan por dar cobertura ideológica a los del mangoneo, y de vez en cuando, por lo bajo, se atreven a susurrar voces discordantes... a noche a oscuras, cuando están con su santa esposa. Hasta ahí les llega el valor. No ha de pedírseles más, pobres, que han de defender una jugosa renta y sus complementos de los envidiosos. Los del otro lado, los sin ceja (Rallo & al), ni siquiera hablan de ángeles; esos son de TEBEO en blanco y negro.