De la fracasada reunión del Ecofín con el Secretario de Estado Timothy Geithner, queda esta genial frase de Junker, el Luxemburgués, ese país que se dedica a vivir del dinero opaco del mundo entero, incluido la UE:
Ahí queda eso. Con un par. Ya se ve en al foto que al maromo le aburren cantidubi las americanadas del Geithner. Total, él no es griego, ni español, ni italiano, él es Luxemburgués, lo que quiere decir que todas las noches se acuesta en un gigantesco colchón de dinero negro, pero legal, muy legal, y se la chufla lo que digan unos y otros. Ese colchón está protegido por Alemania, Holanda, Finlandia, el cuerpo de hierro de la unión, y si Grecia se va al carajo, pues allá ellos; y si eso desestabiliza a los yankees, pues una alegría pal cuerpo, Macarena. Su pequeño país se va a forrar hasta las orejas de dinero huyendo de la quema. Si es que son todos (los demás) unos paletos insoportables.
Yankes, go home.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, admitió que existen "leves diferencias de criterio" entre Estados Unidos y Europa en torno a cómo solventar la crisis. Washington apuesta por nuevos estímulos keynesianos a la coyuntura, mientras Europa, con Alemania a la cabeza, prefiere seguir la escuela de la austeridad fiscal a ultranza.

Yankes, go home.
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