"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 9 de febrero de 2016

Los Josés de la Biblia

Hay dos Josés en la Biblia que han pasado a la historia. Uno es el José, hijo de Jacob, vendido por sus hermanos como esclavo a una caravana egipcia, quienes luego le cuentan a su padre, Jacob, que ha sido devorado por las fieras: le enseñan sus ropas manchadas de sangre de carnero.
 
Una gran crueldad, pues josé es el hijo favorito de Jacob, el padre de las doce tribus originales de Israel, que se repartieron la Tierra Prometida, décadas y décadas después. José e el último episodio del Génesis, antes del Éxodo, la huida de Egipto hacia la conquista de la Tierra Prometida, finalmente conquistada a sangre y fuego y repartida entre las dice tribus, cada una con el nombre de un hijo de Jacob.

Llegado a Egipto, José es puesto al servicio de Putifar, jefe de la Corte del Faraón. La mujer de Putifar quiere seducir a José, pero éste, hombre íntegro y marcado por Dios para fines más altos, no se deja seducir. Cualquier otro hombre hubiera cedido, sobre todo porque la venganza de la esposa de Putifar fue denunciarle por violación, es decir, le cargó con el pecado que él había rechazado enérgicamente, como se puede ver en el gráfico adjunto, pese a la evidente belleza de ella.
José rechaza a la esposa de Putifar, por AM Esquivel
Putifar no se atuvo a razones, como era de esperar, y castigó a José a la cárcel, pero ahí empezó su buena estrella, pues acabó siendo el principal ayudante del faraón, gracias a su capacidad (concedida por Dios) para interpretar los sueños del faraón.
 
Los sueños del Faraón eran económicos: soñó que había siete vacas giradas que eran tragadas por siete vacas flacas, sin que éstas aparentaran haberse aprovechado, lo que José, iluminado por Yaveh, tradujo en que después de siete años de opulencia vendrían siste años de penuria. Había inventado los ciclos económicos, que desde entonces nadie ha sabido explicar, y menos acabar con ellos.
 
Al final José, convertido en gran chamberlán, protector de los judíos, se reencuentra con su padre y sus hermanos, a los que perdona. Y así se acaba ese gran capítulo del Génesis, sin duda el mejor de la Biblia. En él está la mejor historia que jamás he leído, la lucha de Jacob con Dios, a brazo partido, durante una noche, que la Biblia de Reina-Valera, la primera Bibila protestante de España, narra así:
 

22 Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.

23 Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.

24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.

26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.

28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel;[a] porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel;[b] porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.

Footnotes:

  1. Génesis 32:28 Esto es, El que lucha con Dios, o Dios lucha.
  2. Génesis 32:30 Esto es, El rostro de Dios.
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Copyright © 1960 by American Bible Society

Es decir, según la versión traducida directamente del hebreo, para mī es claro que Jacob luchó con Dios. Pero la iconografía católica suele sustituir a Dios por un ángel con alas. No sé a que se debe, salvo que se considere poco digno de Dios estar peleándose con uno de sus hijos una noches tira y no ser capaz de vencerle. A mí la historia me gusta más cuando es Dios el luchador, y es lo mejor del Génesis, un Dios que baja a la Tierra y se pasea y discute con sus elegidos. Sin embargo, en todas las versiones que he leído es un ángel el que sustituye a Dios.

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El otro José es también famoso por su castidad. Fue el esposo de la Virgen María, que concibió "por obra del Espíritu Santo". Esta leyenda es tardía, pues en los Evangelios y las Cartas de Pablo se ve inequívocamente que Jesús tiene hermanos, y uno al menos, Santiago, es mayor que él, y es el que se enfrenta a la actitud aperturista de Pablo, en contra de la cincurscisión. Al final, lógicamente, ganó Pablo, pues a ningún adulto le apetecería, para acerse cristiano, cortarse el prepucio. Gracias a eso el cristianismo se expandió por todo el mundo antiguo.


Por cierto, esta historia del Espíritu Santo es muy parecida a la de Zeus, que deja embarazada a Dánae, encerrada por su padre en una torre; pero el cuco Zeus usa el viejo truco de convertirse en una lluvia de oro, que así puede penetrar por un ventanuco de la torre y fecundarla.
Danae y Zeus, por Klimt
José es el patrón de los maridos, si no todos, al menos de los confiazudos. Ah! A mí me encanta el nombre de José. Y estas historias me fascinan.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

No es exactamente luchar , mas bien es discutir o discrepar

www.MiguelNavascues.com dijo...

En sentido literal, y en la mentalidad de entonces, es luchar. Jacob se quedó cojo porque el ángel, o Dios, le descoyuntó la cadera. Y así me gusta a mí. Ahora bien, hay otras lecturas evidentes, muy unamunianas, de agónia constante del hombre con Dios, que Unamuno interpretó tan apasionadamente. También me gustan, pero ya digo que lo que me atrae de génesis o es esa inmediatez de Yaveh con sus criaturas.

Unknown dijo...

A mi lo que me agrada es la fe tan grande de sus padres del cristianismo
Y del acercamiento a Dios