"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 1 de octubre de 2018

Cuando los mercados votan contra los ciudadanos

Hoy, la rentabilidad del bono italiano a 10 años ha vuelto a subir, como se ve en el gráfico que tomo de FT,



Es evidente que desde que la coalición extrema derecha-populistas formaron gobierno, el mercado no está tranquilo. Hoy había una reunión importante Italia-UE, de la que ha salido más inquietud que otra cosa sobre los planes fiscales expansivos de Italia. 
Y es que el gobierno tiene que satisfacer un mínimo de sus promesas electorales demagógicas, a la vez que quiere tranquilizar a la UE, y de paso a los mercados sobre sus propuestas. Pero éstas no sólo infringen los planes de Bruselas, sino que incorporan una amenaza a la existencia misma del euro, sobre el que Italia tiene un plan B. Es decir, a Italia no le importaría que la echaran de él, crear su propia moneda, y librarse de la pesada losa que,  según ellos, les ha supuesto el euro.
La verdad es que al Italia, cumpliendo con la UE hasta ahora, hasta el punto de tener superávit primario (déficit/superávit fiscal menos pagos de intereses). Pero eso, en contra de lo que los predicen teorías liberales, no ha estimulado la inversión ni el crecimiento. Italia apenas ha crecido, y eso siempre crea frustración, aunque la gente vuelca esa frustración en cosas que tienen poco que ver, como el bajo gasto público. 
Italia no es más que una pieza añadida a la debilidad intrínseca del euro. Demasiados países, incluso Alemania, poco a poco se van entregando electoralmente a los populistas de derechas o de izquierdas - que, como demuestran Grecia y ahora Italia, no le hacen ascos a juntarse -, y todos ellos desprecian más o menos claramente al euro. 
Todo esto proyecta sobre la pared sombras más que dudosas sobre el euro. Y esta vez el BCE no podrá hacer nada cuando la cuota se países en manos populistas sea suficiente. El euro estuvo  punto de explosionar en 2012, pero Draghi hizo el milagro de convertir el agua en vino con unas simples palabra: “what ever it takes”. O, en español, “Haremos lo que haga falta para salvar al euro, y créanme que tenemos municiones de sobra”. Esas municiones se han agotado, cuando el tipo de interés básico es negativo.
O se invierte la fuerza creciente del populismo, o se acortará la distancia que falta para la caída de elefante con pies de barro. Merkel ya no puede formar una mayoría de consenso pro Europa. Los países del Este son cada vez más anti europeos. Súmese Italia, Grecia, y, por qué no, españa con sus problemas. ¿Sería sostenible el euro si Cataluña sigue ganando ventaja sobre el débil e inconsecuente gobierno central? Yo lo dudo. 
La UE se dirige sin duda a una recesión. Otra losa pesada difícil de manejar en este ambiente de rebeldía. Se les ha escapado el genio de la botell, y no saben meterlo de nuevo.
El euro se hizo sin pensar en éstas y otras cosas. Se hizo confiando en el consenso de los países más importantes, guiados por la unión secreta de Francia y Alemania. En 2015, o 16 (no recuerdo ahora), la UE no expulsó a Grecia del euro porque Francia y Alemania tienen un acuerdo de nunca votar separadas. Pero eso, dentro de poco, no valdrá. El euro está cada vez más lejos de tener lo necesario (unidad bancaria, unidad fiscal, gobierno único) para realmente una moneda única.
Los mercados votan, y si se les quiere impedir, es muchísimo peor. 
¿Quién cree que hemos salido de la crisis? Demasiadas voces para un coro armónico.

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