"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 27 de octubre de 2022

La democracia no existe ni ha existido jamás. (Apuntes a la teoría de la democracia, de Popper)

La democracia no existe ni ha existido jamás. (Apuntes a la teoría de la democracia, de Popper)

Hace años, en 2014, escribí este artículo en mi blog. Lo reedito porque lo veo interesante. Habla de las debilidades de la Democracia española a la luz del análisis de Karl-Popper.

Como todos los mitos, la democracia no existe. Haya que reconocer que ha sido y es un mito muy útil, que ha permitido extender el bienestar a cada vez más población. Aunque no ha venido de un "Pacto Social", si no de contingencias inesperadas, como un gran guerra. 

Antes de que se solivianten, permítanme que me explique. Yo estoy a favor de la democracia. Pero, si digo eso, ¿cómo puedo decir que es un mito, es decir, una mentira? Porque creo en el mito y creo en au eficacia. Sin el mito, la sociedad sería ingobernable. Lo que pasa es que el mito es antes que la sociedad. El mito nace por azar, y de él surgen sociedades, sociedades que van evolucionando, o se estancan y mueren. De unos mitos salieron grandes culturas y/o civilizaciones, de otros mitos apenas quedan registro en la historia. 

Los grandes mitos suelen alimentar a otros que les suceden justo cuando están muriendo, mediante la absorción de determinados valores, como la civilización romana inoculó al gran mito del cristianismo de civilidad. Sin Roma el cristianismo no se hubiera expandido. Pero esto no sucedió como una confabulación de líderes, sino por la azarosa evolución - aunque la intervención de Constantino el Grande en la historia es crucial, al iniciar la oficialidad del cristianismo y su fusión con el Imperio. Ahora bien, ni siquiera Constantino pudo prever el larguísimo camino que iba a recorrer el cristianismo que el ayudó a forjar y a definir, empezando por su Credo, insedinido y ambiguo entonces entre los unitarios/arrianistas y los trinitarios. 

Aquí, se puede leer un estudio de Princeton sobre la realidad de la democracia americana. El gobierno del puebo por el pueblo es un mito: la influencia que pueden ejercer los ciudadanos en el gobierno "del pueblo para el pueblo" es ínfimo. En cambio si hay una influencia palpable de los grandes poderes económicos. 

"Multivariate analysis indicates that economic elites and organized groups representing business interests have substantial independent impacts on U.S. government policy, while average citizens and mass-based interest groups have little or no independent influence. The results provide substantial support for theories of Economic Elite Domination and for theories of Biased Pluralism, but not for theories of Majoritarian Electoral Democracy or Majoritarian Pluralism."

Ahora bien, reconozcamos que esto siempre ha sido así. Y, sin embargo, en el nivel de satisfacción y de control del poder se ha avanzado enormemente. Quizás no se hubiera avanzado sin grandes choques históricos, como la Primera Guerra Mundial. Antes de la primera guerra, las democracias eran muy limitadas, votaba una parte pequeña de la población, y los intereses económicos de los más pobres no tenía representación en los parlamentos. A pesar de ese marco, la presión de la sociedad hizo que Bismarck, un jefe de gobierno poco demócrata, iniciara por primera vez programas de contenido social y laboral. Pero después de la guerra, los nuevos partidos de izquierdas exigían participar ellos mismos en esos programas. (Nótese que el mito de los austéricos, el que suspiran por imponer, es el "liberalismo" de antes de la guerra, un liberalismo más falso que un euro de madera.) 

Este juego de interacción de fuerzas, y de nuevos e inesperados retos, hizo avanzar, en unos países más que otros, la "profundidad" democrática, algo necesario para mantener el mito de la Democracia. 

El mito es necesario para que cada uno represente el papel asignado, sin saber que no tiene la más mínima iniciativa o influencia. Si el mito se derrumba, suceden cosas desagradables, como el surgimiento del fascismo y el comunismo en el periodo de entre guerras. El malestar económico innegable en el que se desarrolló ese proceso de desmitificación y asalto a las instituciones democráticas, nos debe hace pensar que no basta con proteger el mito, reverenciarlo: también hay que favorecer la prosperidad económica: sin ella, se rompe la confianza general en las bases de la sociedad, y se abrazan nuevos credos, o viejos credos renovados, que se significan por la radicalizada y la violencia. Porque cuando se tambalea el mito de la democracia, es de esperar que los aparentes a sucederle no hagan ascos a la violencia. 

Por eso y estoy a favor de la democracia, aunque entre su teoría y su realidad hay un largo trecho, como lo hay siempre en cuestiones sociales. 

Veamos lo que decía ese gran filósofo del siglo XX, Karl Popper, alguien que tuvo que huir de su Austria natal por estar perseguido por los nazis, alguien, por lo tanto, nada sospechoso de haber vivido en una burbuja o un Olimpo de filosofía. Todo lo contrario, tuvo la "suerte" de vivir la convulsión de entre guerras, y por ello sus opiniones siempre deben escucharse como una fuente de conocimiento contrastado con la experiencia.

"Mi mayor interés es la naturaleza y las ciencias naturales: la cosmología. Desde el momento de mi renuncia al marxismo, en julio de 1919, mi interés por la política y por su teorización quedó reducido únicamente al propio de un ciudadano y de un demócrata. Sin embargo, los crecientes movimientos totalitarios, de derechas y de izquierdas, de los años veinte y comienzo de los treinta y, por último, la toma del poder por Hitler me obligaron a reflexionar sobre el problema de la democracia.A pesar de que mi libro The open society and its enemies (La sociedad abierta y sus enemigos) no mencionaba ni una sola vez las palabras Hitler o nazi fue pensado como mi contribución personal a la guerra contra Hitler. El libro supone una teoría de la democracia y una defensa de la democracia contra los viejos y nuevos ataques de sus enemigos, se publicó en 1945 y desde entonces ha sido constantemente reeditado. Pero el aspecto que personalmente considero el más importante de todos sólo fue comprendido por completo, según me parece, en muy raras ocasiones."

Su libro es altamente recomendable, pero en el artículo citado hay unas cosas que levantaron grandes ampollas en los famosos teóricos españoles -famosos por su marxismo mal digerido y por considerarse los inventores de la democracia. Popper en ese artículo expone su sencilla y entendible teoría de la democracia. Creo esta líneas fueron las más hirientes para nuestros grandes pensadores:

"Como todo el mundo sabe, democracia quiere decir "poder o soberanía del pueblo", en contraposición a aristocracia (poder de los mejores o de los más nobles) y a monarquía (mando de un solo individuo). Pero el significado literal no nos ilumina mucho más. Pues el pueblo no manda en ningún lado: quienes rigen en todas partes son los gobiernos (y, desgraciadamente, también la burocracia, es decir, los funcionarios, y a éstos es muy difícil o incluso imposible exigirles responsabilidades). Encima, Reino Unido, Dinamarca, Noruega y Suecia son monarquías y, al mismo tiempo, muy buenos ejemplos de democracias (con la excepción quizá de Suecia, en donde una burocracia fiscal irresponsable ejerce ahora el poder dictatorial). Todo lo contrario que la República Democrática Alemana (DDR), que se designa a sí misma como democracia, por desgracia injustificadamente.

¿Qué es lo realmente importante, cuál es la cuestión realmente importante?"

"Propiamente, sólo hay dos formas de gobierno: aquellas en las que es posible deshacerse del gobierno sin derramamiento de sangre por medio de una votación y aquellas en las que eso no es possible. Ésa, y no la cuestión de cuál es la designación correcta de esa forma de gobierno, es la cuestión verdaderamente importante. Normalmente a la primera forma se la denomina democracia y a la segunda dictadura o tiranía. Pero en este momento no se trata de debatir palabras (como DDR). Lo decisivo es únicamente la destituibilidad del gobierno sin derramamiento de sangre.

Hay procedimientos distintos para llevar a cabo esa destituibilidad. El procedimiento mejor es el de la votación: unas nuevas elecciones o un voto de censura en un parlamento elegido democráticamente pueden derribar a un gobierno. Eso es lo realmente importante.

Es, por consiguiente, falso poner el énfasis (tal y como se hizo desde Platón hasta Marx, y como se ha seguido haciendo posteriormente) sobre la pregunta: "¿Quién debe gobernar? ¿El pueblo (la plebe) o los mejores? ¿Los (bondadosos) trabajadores o los (malvados) capitalistas? ¿La mayoría o la minoría? ¿El partido de izquierdas, el partido de derechas o el partido de centro?". Todas esas preguntas están planteadas de una forma equivocada. Pues, mientras sea posible deshacerse del gobierno sin derramamiento de sangre, la cuestión realmente importante no es quién gobierna. Todo gobierno derribable estará muy fuertemente interesado en comportarse de tal forma que la gente esté contenta con él. Y ese interés desaparece en el momento en el que el gobierno sabe que no es tan fácil deshacerse de él."

Después de esto, Popper se dedica a derribar la falsa creencia de que la proporcionalidad en el voto es más eficaz (al contrario: favorece la partitocracia que sufrimos nosotros), y se muestra partidario del voto mayoritario -lo cual no es óbice para que la representatividad se lleve a otras instancias. Pero w mejor que lean el artículo y lo guarden. Es un artículo que, por su claridad y brillantez, debería leerse con cierta frecuencia, pero no en los círculos de entendidos (que tampoco hay muchos, en España, quiero decir), sino en la escuela. 

Hay creencias eficaces e ineficaces. La creencia en la democracia es, creo, uno de los mitos más eficaces y que más resultados ha obtenido desde el punto de vista de La paz social, el (auto)control del poder, la relación entre estados, etc. Hoy no hay gobierno que no quiera ser considerado democrático, como antaño ningún rey del Renacimiento quería pasar por paleto que desdeña las artes, y un par de siglos después todos querían ser considerados Ilustrados. Que un gobierno desee ser considerado democrático, aunque mienta, ya se ve obligado aautolimitarse en sus abusos de poder, porque siempre va a estar cuestionado desde dentro y desde fuera. 

(Por ciero, aquí un pescozón, o patada en los cullons, al gilipollas de Noah Smith (http://noahpinionblog.blogspot.com.es/2014/08/before-nazis-there-were-spanish.html?showComment=1407954687036) por su burdo post en el que compara a Carlos V con Hitler. Le falta perspectiva histórica, como le comentan muchos a esa basura.)

Por esos debemos desconfiar de los partidos que se declaran inventores de la democracia, o que apenas ocultan que no van a respetar las reglas una vez alcancen el poder. Los partidos de la democracia de "verdad" (no la de ahora, que ellos conocen mejor que nadie). Incluso los bien intencionados que creen que hay un intercambio posible entre libertad y distribución, o los que creen que la democracia no es un sistema complejo, fruto de la evolución, sino un plano de un edificio que se puede reformar o rehacer a placer sin consecuencias. Me refiero, claro, a nuestros Neo marxistas/chavistas, a nuestros federalistas, y a nuestros independentistas, niños con una pistola en la mano que creen saber cómo funciona. 

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