Hoy, cara a las navidades, grandes huelgas de servicios públicos en Francia y Gran Bretaña. En esta última, huelga de ambulancias incluso para las urgencias. En Francia, huelga de trenes, la enésima en Navidades. Que tenían billete, han recibido su anulación, posible trueque (aunque no hay plazas) o la empresa SNCF ofrece indemnización de ¡200%!. Coste, varios decenas de miles de millones €.
En ambos países gobierna la derecha, curiosamente. En GB es clara la mano del partido laborista que mece la cuna... En España ¿no hay huelgas para dulcificar el golpe de estado de don Pedro?
No pasa nada. Europa y yo somos así, señora la marquesa. Hacemos huelga en los servicios públicos porque están quebrados, paga el contribuyente. El ricacho contribuyente... es decir, la clase media. Como la presión fiscal ya está al límite, ergo, aumento de deuda. También lo paga el contribuyente. Quien todavía crea que la huelga es un recurso legítimo para defender el salario de unos funcionarios de por vida, le diré que estas huelgas huelen a una estrategia marxista de “agudizar las contradicciones” como se decía en los lejanos años de universidad...
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