Poco a poco hemos convertido a los niños en adultos sin periodo de transición. Antes era mas natural. Se concebía al niño como como algo obvio: un ser con derecho a ser protegido y adiestrado para su futuro. Ahora se conciben como un ser portador del derecho a toda una panoplia de derechos, sin límite a ser feliz. Uno de los derechos que se le han concedido hoy es el de definir él mismo su sexualidad, lo que es opuesto la concepción anterior a ser protegido en su invalidez, pues se le incita a tener deseos, a detentar derechos, que le condicionarán la vida para siempre, como explica Fernando Savater en este art.
La concepción de la infancia anterior, milenaria, ha pasado por múltiples culturas y civilizaciones. En todas ellas el niño era un ser desvalido, digno de ser protegido, y digno de tener un futuro cuando alcance su madurez. No todo has sido tan humano en todo momento. En ese viaje en el tiempo se ha ido depurando de adherencias (como el infanticidio que los Espartanos decretaban a los mecidos con taras), gracias a la impregnación de creencias religiosas más humanas cada vez. Evidentemente, la visión del cristianismo, del ser humano portador de valores absolutos, contribuyó a una visión de la infancia más armónica con una sociedad centrada en torno a la familia, que cumplía un papel crucial en la sociedad. Ahora se ha querido crear una sociedad sin esa pieza, la familia, y tratar a los niños como seres maduros capaces de decidir, por ende, no necesitados de protección.
Lo que quiero decir es que muchas instituciones que han sobrevivido siglos, debido a su utilidad personal y social, han germinado en creencias básicas, no racionales, pero que aguantan victoriosas el análisis más racionalista.
El primer ataque a esa concepción tradicional vino de la Ilustración más radical, sobre todo el marxismo y sus teoría sobre la familia, a la que había que destruir por ser un factor conservador. Por supuesto que la familia es un factor conservador, es lo bueno que tiene. Es que una sociedad estable debe tener esos contrapesos conservadores que han demostrado su utilidad a través de los siglos.
Los siglos van depurando y seleccionando las ideas y creencias que fortalecen a la sociedad. A veces la razón ayuda a ese proceso evolutivo, otras veces lo destruye. es claro que los valores actuales quieren hacer tabla rasa de todo, lo que vale y lo que no, como este supuesto derecho de un niño a elegir sexo, a sentirse frustrado supuestamente por haber nacido ”equivocado”. Una brutal injerencia en su infantil conciencia y su inherente desvalimiento.
Creo que las peores pesadillas de la humanidad han sucedido cuando la opinión general ha creído en la posibilidad de comenzar de cero, de una Tábula Rasa que permitiría eliminar todo lo vicioso y desde el nuevo comienzo, contar sólo con elementos positivos. en la Historia es fácil ver que esos “Renacimientos de cero“ acaban siempre en grandes tragedias y tres o más generaciones perdidas.
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