No hace falta asustarse mucho por las condiciones objetivas que nos ha dejado en la playa la marea de las elecciones. Basta por sentir frío en la médula.
Ninguno de los dos bloques mayoritarios, derecha e izquierda, tienen mayoría para gobernar, salvo que.
Salvo que Junts, el partido independentista del fugado Puigdemont, con sus 7 diputados decida favorecer a Sánchez con la abstención, algo que ya han ido a sondear mediante emisarios a Waterloo al susodicho Puigdemont. Como recordarán, este se fugó en el maletero del coche aquel asombroso minuto en que Cataluña fue independiente, en el nefasto 1 de octubre de 2017.
Como podrán suponer, la recompensa que exigirá Puigdemont por abrir la puerta a otro gobierno Frankenstein será oceánica, espectacular, que podría dar lugar a una nueva España, o más bien una No-España. Será así porque el desgaste en votos y escaños de ER por el apoyo a Sánchez en esta legislatura ha sido de rasgarse las vestiduras.
Por lo tanto, Puigdemont exigirá cuanto menos la Luna, es decir, p ej, un referéndum de independencia. Hay que reconocer que, aún fugado, está en mejor situación que el pobre Oriol Junqueras, que ha sido tratado como un apestado por sus antiguos votantes, tratado de traidor por no haber sacado más manteca de su apoyo a Sánchez.
Ahora bien, un referéndum de independencia, si se hace Constitucionalmente, no está al alcance de todo quisque. No. Tiene marcados una serie de procedimientos que, lo hacen una quimera. Y es que antes de poder celebrar un referéndum de independencia, habría que solicitar previamente un cambio de la Constitución. Como leemos en El Confidencial,
“En todo caso, en nuestro sistema constitucional la doctrina decisiva que se ha de tener en cuenta como determinante en sede política es la doctrina jurisprudencial que sobre este punto haya podido sentar el Tribunal Constitucional (TC). Y lo cierto es que el TC ha venido declarando de forma reiterada y constante en los últimos años que un referéndum de autodeterminación no se puede llevar a cabo de forma constitucionalmente lícita sin una previa reforma constitucional que así lo prevea; una reforma constitucional que, por añadidura, sería agravada, pues afectaría al Título Preliminar de la Constitución (artículo 1.2, que residencia la soberanía nacional en el pueblo español, y artículo 2, que proclama “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”).” (Pido aquí cualquier aclaración de mi asesor Miguel E.)
Entonces? Bueno, hasta aquí la ley. Ahora, las cábalas. Porque claro, Puigdemont, como mostró en 2017, quiere saltarse estos trámites, para él seguro que imposibles. En todo caso, Sánchez caería en delito si le diera a Cataluña un referéndum unilateral sin seguir los pasos marcados.
Claro que tomar el camino ilegal implica la posibilidad del uso legítimo de la fuerza para defender la ley conculcada. Puede ser que Sánchez no usara la fuerza para reprimir el movimiento anticonstitucional (Rajoy la empleó vergonzantemente y permitió que se humillara a los policías enviados en condiciones penosísimas). O que lo hiciera débilmente, permitiendo que triunfara de una manera confusa, cuyo resultado dependería de una fuerte voluntad frente a otra legítima pero no tan fuerte... en fin, son extremos difíciles de imaginar.
10 comentarios:
Así es. Sería una reforma agravada de la Constitución.
Si tienes tiempo y ganas búscate el proyecto de Constitución Federal de 1873. En gran parte somos eso a día de hoy.
Ojo, federación NO es Confederación
Confederación supone derecho a la autodeterminación (independencia o secesión).
Eso no es posible. Supongo que habría que tomarla por la vía de las armas, como intentó ETA.
En cualquier caso, si prosperase, mira el lado bueno; la nueva España tendría que abrir un periodo constituyente nuevo, y ya te digo yo que tendríamos un estado unitario centralizado.
¡Por fin seríamos Francia! (Yo también pondría un sistema presidencialista de doble vuelta).
En cualquier caso yo no creo que Sánchez llegue a eso ni mucho menos. Si gobierna, el independentismo seguirá bajando (la menos en las Generales).
En un país que se jugaba hundirse en el peronismo resulta que la oposición no ha sido capaz de repetir el éxito de las elecciones autonómicas ¡DOS MESES DESPUÉS! porque los nobles y sufridos españoles han preferido irse a la playa y no molestarse en votar por correo. Nos vamos a la mierda, que es donde merecemos estar. ¡Qué estado unitario ni que niño muerto!
Pero qué éxito, por favor. Dejen de creerse las encuestas de los periódicos de derechas.
Lea este artículo de 29 de mayo https://www.google.com/amp/s/elpais.com/espana/elecciones-municipales/2023-05-29/extrapolacion-del-resultado-a-las-generales-feijoo-tendria-garantizada-la-victoria-pero-no-el-gobierno.html%3foutputType=amp
Realmente el tsunami conservador de las municipales fue una ola grande. Sin más. No fue un tsunami.
Feijóo se ha creído a Michavila. Ése es el problema.
Ése artículo NO es una encuesta, sino una extrapolación.
Y no es verdad que la gente no haya votado. Ha subido la participación con respecto a 2019. Por eso PSoE y Sumar han aguantado, porque España es de izquierdas y nacionalista (sociológicamente hablando).
Gracias Miguel por tan sustanciosa aportación.
A disfrutar...
Sí, siempre he sospechado que nos desviábamos hacia la República Federal, una pesadilla no menor que la II República. Aquí nomesta escrito, pero los hechos consumados van en dirección a una parcelación total del poder en 17 paisitos.
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