La partición de España en 17 tristes pedazos es lo más grave que tenemos a la vista. Se ha llegado en esto más allá de lo posible. No se puede desandar el camino de la descentralización, a menos que hubiera un consenso - que no va a haber -. Hay tanto enfrentamiento entre grupos y fuerzas políticas que lo más probable es que todo se caiga entre quiebras y quebrantos de todos.
Y sin rescate europeo, me temo. Lo peor de este gobierno es que ha empozoñado el terreno tanto que es imposible un acuerdo de mínimos para salir de esta. Y todo por su dependencia de Junts y Bildu, que están encantados con la polarización y la ausencia de Estado central. Véase atentamente la DANA. ¿Por qué Sánchez no cogió el toro por los cuernos, no se declaró líder del auxilio y la reconstrucción en nombre de la constitución (que dice que en caso de emergencia extrema la responsabilidad es del gobierno, el único que tiene todos los recursos)… respuesta: Porque no quería de ninguna manera, en beneficio de sus socios separatistas, dar la imagen de un gobierno central fuerte. España ya no es un Estado más que de nombre; de facto es una confederación muy débil (y más débil dentro de cuatro años), que debería previamente reunirse entre 17 estaditos para decidir o no socorrer a Valencia. Y eso se irá extendiendo. No he visto que a Feijoo le inquiete, por el contrario: quiere “robarle” a Sánchez el apoyo de Junts y PNV, y estos ven las puertas del cielo abrirse. ¡Los partidos centrales en descomposición compitiendo por nuestros favores! En fin, que solo “algo mu gordo” podría devolver las cosas a su sitio natural. Pero eso gordo no lo va a haber. Imposible. No hay voluntad sino un mosaico de voluntades. ¿O tú lo ves posible?
Pues por eso digo sin rescate europeo, me temo. No hay dinero, pues ellos están sin blanca; no habrá voluntad por nuestra parte, no habrá gobierno nacional interesado en dar prueba de que existe… Desde Paiporta, veo a Sánchez decidido a limpiar el terreno de Puigdemont. A Feijoo en cambio, no lo veo más que interesado en ver si se pone de acuerdo con Junts.
Todo es un despropósito claro, una alucinación grotesca, pero es que son días grotescos. Mira la polémica Cuerpo-Yoli por la jornada laboral. ¿Cabe en cabeza normal que esa rubia de bote sea vicepresidenta y quiera reducir la jornada sin bajar los salarios? Un sinsentido, una aberración que vemos como normal: a ver quién gana. Yo me siento como pez en una pecera, al que de momento le echan comida, viendo la locura de fuera. Todos están locos.
6 comentarios:
España será la espita de una crisis de deuda soberana.
Cuando no se pueda más, cuando la nueva burbuja inmobiliaria estalle, cuando el "cupo" catalán arruine al Estado central, cuando una nueva recesión muestre que "el rey está desnudo" (inviables pensiones), cuando Trump nos obligue a pagar mucho más en la OTAN...¿Alguien podrá poner orden? Mi respuesta es no. Ni Vox, ni Podemos, ni PP o PSOE con mayoría absoluta.
Si el Estado quiebra de la noche a la mañana y los mercados se empiezan a derrumbar, cortándose la financiación y...extendiéndose al resto de Europa...
Lo comentaba Pablo en el post anterior ("somos 5 Grecias").
¡Por cierto! Nunca se habla del riesgo país en relación con el sector privado.
Eroski o Telefónica pueden ser empresas muy solventes, pero si de repente el país en el que están radicadas quiebra pasan de pagar (por ejemplo) un 5% por sus bonos corporativos a un 15%.
O de repente se encuentran con que la linea de crédito que les daba un banco francés ahora se la cortan. Etc.
Pues es así. A ver si puedo captar la entrevista y la pongo en un post
No he podido mandar la entrevista de Houellebeck. Pero la he leído y me parece muy buena.
A Miguel E: el riesgo país es por definición el riesgo político. Riesgo de impago o quiebra (que arrastraría al sector privado), riesgo de golpe de estado, riesgo de cambio legítimo pero con sospecha que el que viene va a declarar impago de la deuda anterior, o dificultar más la salida de capitales… por supuesto hay muchos más eventos posibles, salvo el moral: no hay prima de riesgo porque un gobierno pueda acabar con la democracia. O sea, no incluye el riesgo de que una empresa esté en dificultades, sobre todo si hay una eficaz legislación de quiebra y liquidación, o es esperable que el Estado eche una mano… lo que nos devuelve al riesgo político. No es lo mismo el riesgo de invertir en EEUU, o Dinamarca, que el de Kuala Lumpur. En suma, el riesgo país envuelve todo lo demás, público privado…
A Miguel E: el riesgo país es por definición el riesgo político. Riesgo de impago o quiebra (que arrastraría al sector privado), riesgo de golpe de estado, riesgo de cambio legítimo pero con sospecha que el que viene va a declarar impago de la deuda anterior, o dificultar más la salida de capitales… por supuesto hay muchos más eventos posibles, salvo el moral: no hay prima de riesgo porque un gobierno pueda acabar con la democracia. O sea, no incluye el riesgo de que una empresa esté en dificultades, sobre todo si hay una eficaz legislación de quiebra y liquidación, o es esperable que el Estado eche una mano… lo que nos devuelve al riesgo político. No es lo mismo el riesgo de invertir en EEUU, o Dinamarca, que el de Kuala Lumpur. En suma, el riesgo país envuelve todo lo demás, público privado…
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