Se acuerdan del cuadro este que ayer decía que era una prueba contundente del desatino del euro: es claro que los desequilibrios aumentan con el euro, y no tienen nada que ver con los problemas estructurales (que siempre han estado ahí).
Krugman (Chronic-confusion) hace un ejercicio parecido, pero más elegante, pues suma los saldos negativos de los GIIPS (o PIIGS) en una curva que muestra lo mismo. Antes del euro, no había desequilibrios; después del euro, surgen desequilibrios enormes, que, además, no dejan limpiar los problemas estructurales. Cada cosa en su momento y en su orden. Parece mentira que tan enormes falacias se traguen masivamente, como los chicos el aceite de ricino. Pero por lo menos ellos lloraban, nosotros nos desesperamos.
Tomen nota que la corrección a lo bestia, estilo Merkeliano, se ha estancado.
Krugman (Chronic-confusion) hace un ejercicio parecido, pero más elegante, pues suma los saldos negativos de los GIIPS (o PIIGS) en una curva que muestra lo mismo. Antes del euro, no había desequilibrios; después del euro, surgen desequilibrios enormes, que, además, no dejan limpiar los problemas estructurales. Cada cosa en su momento y en su orden. Parece mentira que tan enormes falacias se traguen masivamente, como los chicos el aceite de ricino. Pero por lo menos ellos lloraban, nosotros nos desesperamos.
Tomen nota que la corrección a lo bestia, estilo Merkeliano, se ha estancado.
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