Habrán oído que Hoy se conmemora el mayor atentado de la historia de España. El que tuvo luchar el 11 de marzo de 2004. Inaceptable rememoración, porque no he oído, salvo escepciones, nada más que ganas de aparentar dolor. Ni un atisbo de dolor verdadero por saber quién ordeñó la masacre. Incluso Javier Zaragoza, fiscal del tribunal, y. Bermúdez, mismísimo juez, no se siente concernidos y confiesan que no saben quién es el "autor intelectual" ni les importa.
Sabrán que ha habido muchas interpretaciones más o menos plausibles sobre el atentado. Toda ellas conspiranoicas según los que defienden al versión oficial.
Yo me pierdo entre tanto Goma- 2 y Titadyne. La verdad verdadera es que hay un sólo condenado en prisión por el atentado, un sólo condenado. Se llama Zougham, pero si preguntan por la calle si alguien sabe su nombre, sencillamente nadie sabe quién es ni que está condenado. Incluso no saben si hay un condenado o dos o veinte. Algunos creerán que ya habrán salido, como es de ley, por buena conducta. Es más, muchos no saben nada del 11-M, salvo los que siguen sacando tajada de la masacre vía aubvenciones. A la gente se la pela, tristemente.
¿Y qué hizo este Zougham, acusado y condenado del mayor atentado de la historia de España?
Su delito fue venderles en su comercio de Leganés (o Lavapies, no sé) las tarjetas telefónicas que se usaron para hacer explosionar los trenes. ¡Ajá! Eso es: no se las proporcionó, se las vendió y se las cobró. Vaya tipejo. Tenía un negociete, y ni en una ocasión histórica es capaz de dejar de comerciar aunque sea, digo yo, para sentirse participe de tan magna ocasión.
Ese es el único "autor" en la cárcel. Ni siquiera fue capaz de ir a la casa de Morata de Tajuña donde se fabricaron las bombas (parece que todo eso estaba asignado a los especialistas) , ni de ir, aunque le invitaron, al piso de Leganés donde se volaron islámicamente todos los demás autores: un cobarde, o frío como un pez.
Un día estaba en su tiendecita de tarjetas pre pago y entran los yihadistas, que le piden unas tarjetas. Son, dicen, para volar unos trenes y hacer una masacre. "Ah, -dice él- bien, Alá es grande, sois mis hermanos, pero no os puede hacer rebaja, porque el negocio va mal.."
"Eres un perro, y pagarás con la cárcel tu frialdad. No morirás con nosotros, y no probarás las mieles del paraíso de las uríes. Te doy la última oportunidad: ¿nos haces rebaja y vienes con nosotros a Morata de Tajuña a fabricar las bombas y ponerlas, y luego a suicidarnos todos en un piso de Leganés para ir directamente al cielo del Alá, o serás reo de la justicia... "
El pusilánime dijo que pasaba y que no queria saber nada. Tenía alma de tendero. Y por eso le cogieron como "autor material único de los hechos". Y se cumplió la profecía. La profecías árabes siempre se cumplen, como saben todos los que han leído las Mil y Una noches, como seguro que el juez si lo ha hecho...
Para que vean lo fino que hila la justicia española, que entre tanta sangre, Mochilas, chatarra, y yihadistas va justo a quién debe ir, al hijo puta que les vendió las tarjetas a los terroristas y no les hizo rebaja. Vaya tipejo y olé por la justicia española. Viva España.
Sabrán que ha habido muchas interpretaciones más o menos plausibles sobre el atentado. Toda ellas conspiranoicas según los que defienden al versión oficial.
Yo me pierdo entre tanto Goma- 2 y Titadyne. La verdad verdadera es que hay un sólo condenado en prisión por el atentado, un sólo condenado. Se llama Zougham, pero si preguntan por la calle si alguien sabe su nombre, sencillamente nadie sabe quién es ni que está condenado. Incluso no saben si hay un condenado o dos o veinte. Algunos creerán que ya habrán salido, como es de ley, por buena conducta. Es más, muchos no saben nada del 11-M, salvo los que siguen sacando tajada de la masacre vía aubvenciones. A la gente se la pela, tristemente.
¿Y qué hizo este Zougham, acusado y condenado del mayor atentado de la historia de España?
Su delito fue venderles en su comercio de Leganés (o Lavapies, no sé) las tarjetas telefónicas que se usaron para hacer explosionar los trenes. ¡Ajá! Eso es: no se las proporcionó, se las vendió y se las cobró. Vaya tipejo. Tenía un negociete, y ni en una ocasión histórica es capaz de dejar de comerciar aunque sea, digo yo, para sentirse participe de tan magna ocasión.
Ese es el único "autor" en la cárcel. Ni siquiera fue capaz de ir a la casa de Morata de Tajuña donde se fabricaron las bombas (parece que todo eso estaba asignado a los especialistas) , ni de ir, aunque le invitaron, al piso de Leganés donde se volaron islámicamente todos los demás autores: un cobarde, o frío como un pez.
Un día estaba en su tiendecita de tarjetas pre pago y entran los yihadistas, que le piden unas tarjetas. Son, dicen, para volar unos trenes y hacer una masacre. "Ah, -dice él- bien, Alá es grande, sois mis hermanos, pero no os puede hacer rebaja, porque el negocio va mal.."
"Eres un perro, y pagarás con la cárcel tu frialdad. No morirás con nosotros, y no probarás las mieles del paraíso de las uríes. Te doy la última oportunidad: ¿nos haces rebaja y vienes con nosotros a Morata de Tajuña a fabricar las bombas y ponerlas, y luego a suicidarnos todos en un piso de Leganés para ir directamente al cielo del Alá, o serás reo de la justicia... "
El pusilánime dijo que pasaba y que no queria saber nada. Tenía alma de tendero. Y por eso le cogieron como "autor material único de los hechos". Y se cumplió la profecía. La profecías árabes siempre se cumplen, como saben todos los que han leído las Mil y Una noches, como seguro que el juez si lo ha hecho...
Para que vean lo fino que hila la justicia española, que entre tanta sangre, Mochilas, chatarra, y yihadistas va justo a quién debe ir, al hijo puta que les vendió las tarjetas a los terroristas y no les hizo rebaja. Vaya tipejo y olé por la justicia española. Viva España.
1 comentario:
Como te dije, los españoles somos "el pueblo que no quiere saber"... porque nos da miedo la verdad.
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