España y Grecia, una comparación

Grecia es un país mal gestionado desde hace décadas. España lo es desde hace poco. En los gráficos, los gastos e ingresos fiscales de ambos desde 1994, año en que el gobierno de Papamdreu (padre) decidió emitir deuda y aumentar el déficit, lo que obligó a una seria corrección posterior que le costó los elecciones. Después de la juerga viene la purga. Pero esa purga no fue mas que transitoria: el gasto público se desmadró, y no logró bajar del 45% de PIB, mientras lo financiaba la deuda.

Además, esa deuda iba a beneficio de la clientela política, de gran raigambre en Grecia. En España eso ha sido más reciente.

Ese diferencial perenne entre gastos e ingresos es lo que mueve al alza la deuda pública (Como se ve en el siguiente gráfico), que en Grecia alcanza hoy la cifra de 180% de PIB. Ahora bien, en 1992, ya era del 100% 90% de PIB. En 1998, cuando empieza el euro, la deuda española se ha reducido a un 40% de PIB, mientras que la deuda griega ya estaba en El 100% de PIB. Esos gastos, además, no ha tenido una finalidad social evidente, sino mas bien de desvío de fondos, corruptelas, y aprovechados.

 

Es decir, no todo es culpa del euro. La bajada de tipos de interés que trajo el euro fue aprovechada por España para reducir la deuda, mientras que Grecia hizo lo contrario: aumentarla sin tasa.

El gran salto en la deuda que se ha producido en España en los años de crisis (no obstante, sin comparación con el de Grecia), tienen varias causas. Una, el plan "E" de Zapatero, que aumentó la deuda hasta El 70% del PIB, junto a la caída de los ingresos por la crisis. Luego, la orgía se disparó con Rajoy, que alcanza al día de hoy una deuda del 134% de PIB (97,6 oficial), pese a la subida de los impuestos y la reducción de los gastos que se aprecian en el gráfico. El gasto público en España ha demostrado una gran resistencia a la baja, y todo lo contrario los ingresos: una gran resistencia al alza.
 
Pero el problema esta en el gasto, no tanto en el nivel, como en su composición. Va a ser difícil encontrar la fuerza que enderece la causa principal de esa resistencia a bajar, en un país donde hay tantos parlamentos aprobando presupuestos.
 
Como se ve, el desmadre es muy reciente, y es reprochable a la crisis y a la nefasta política del euro. En Grecia son unos adictos. Por eso me parece demagógico es ahora al culpa al empedrado: Grecia ya se había endeudado hasta las trancas antes del euro. Tsipras y Varoufakis son dos grandes mentirosos.
 
España debería aprender de que cuando se superan ciertos limites, aparentemente inocuos, se alcanzan situaciones irreversibles. Es difícil hablar de keynesianismo cuando la gestión del gasto es tan despilfarradora, aleatoria y políticamente desastrosa.