"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 26 de mayo de 2017

Mercados: niveles y fundamentos

Pueden leer aquí y aquí como varios expertos de reputación mundial desconfían cada vez más de que el nivel de las bolsas sea sostenible. En el artículo, por ejemplo, vemos que George Soros ha aumentado su posición bajista en La Bolsa americana. No es el único: 

De este modo, George Soros se une a la creciente lista de inversores y gestores de patrimonio que se muestran poco optimistas sobre la evolución futura de los mercados financieros. Por un lado, Ray Dalio se ha mostrado extremadamente pesimista con respecto a los próximos años, señalando que la próxima crisis será mucho más dura que la que estamos viviendo actualmente y que se inició tras la quiebra de Lehman Brothers (La apocalíptica predicción económica de Ray Dalio). Por otro lado, el filósofo, escritor y financiero Nassim Nicholas Taleb también nos ha alertado de que actualmente ve muchos más riesgos que en el 2007 (Nassim Taleb apoya a Trump, pero ve un riesgo mayor que en 2007) y afirma que no es racional ahora mismo tener acciones en cartera sin algún tipo de cobertura. Finalmente, inversores de la talla de Seth KlarmanJeff Gundlach o Paul Tudor Jones también han mostrado su preocupación y miedo con la situación actual de las bolsas, señalando como problemas principales las elevadas valoraciones bursátiles, un apalancamiento para la compra de acciones en máximos históricos o la venta masiva de acciones por parte de los “insiders”. 
Hay sin embargo una gran euforia todavía en las bolsas. Mientras el dinero siga barato, en relación a las expectativas de ganancia, habrá especulación. Por un lado un factor objetivo, que es el que han traído los bancos centrales - dinero barato y expectativas que no va a encarecerse bruscamente -, y, por otro lado, un factor subjetivo totalmente: expectativas de ganancias. Por supuesto, uno y otro está relacionados, porque como habrán leído he dicho "expectativas de que no van a encarecerse bruscamente". En realidad los dos factores clave son expectativas de ganancias frente expectativas de tipos de interés. Cuando este diferencial empiece a dar bandazos por cualquier novedad, las bolsas temblarán. Eso sí, no sabemos cuánto, y por eso se vuelve a apostar un día más - una hora más- para ganar un poco más. La cosa funciona hasta que no funciona porque un niño ha dicho: "el rey está desnudo". Pero tiene que haber un niño que lo diga. Y entonces, repentinamente, todos cambian 180 grados su visión y a vender. Cuanto más se vende, más se vende, y más bajan los precios, y aumentan las ventas. 
Pero el caso es que, como nos dice Gavyn Davies, podemos esperar que la FED retrase su esperado aumento de tipos, pues la inflación que se publicará el martes será la más baja desde 2015, y esto lo saben y lo descuentan los mercados antes que nadie. 

Según Michael Mckenzie, la culpa de esta exuberancia bursátil la tienen los bancos centrales por sus enormes inyecciones de liquidez. En la imagen, pueden ver que en total los principales BC han inyectado 14 billones de $ en la economía mundial. 

 
Lo que dan por hecho los especuladores es que los bancos centrales tienen que revertir esta inflación de bonos en sus balances, pero que irremisiblemente lo van a hacer muy despacio. ¿Por qué? Porque tienen miedo precisamente a otra crisis que la de 2008, o aún mayor. Este condicionante naturalmente  alienta la especulación. 
A todo esto, las economías reales languidecen, crecen pero poco, y la productividad brilla por su ausencia, lo que desliga aún más la relación cotizaciones con fundamentales. 
Otro indicador preocupante es el de volatilidad, que está más bajo que nunca, lo que indica una despreocupación de los mercados "preocupante" por una reacción adversa. 
No todos están tan pesimistas. Robert Shiller (vervpeimer art citado), premio Nobel y uno de los analistas más respetados, ha dicho que el mercado podría subir en los próximos tres años un 50% más, antes de caer. Su indicador CAPE - precio por ganancia ajustado al ciclo - 

 

No está en los maximos de 2000, aunque están en 29, frente a la media histórica de 17. ¿Como tomarlo? Shiller simplemente está diciendo que antes de la ecatombe podemos - pueden - ganar mucho dinero todavía, hasta un 50%. 
No se puede precisar más. El que es optimista encontrará razones para especular más, y el que no, las encontrará para apostar a la baja. Apostar a la baja tiene sus riesgos, pues no sólo hay que adivinar la dirección, sino la cuantía también. Suerte. 
Se puede decir que lo que ha fallado es la política macro prudencial, que hubiera - se supone - cortocircuitado los canales de especulación, pero no han dado con la tecla. 

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