Primero he de decir que no me imagino yo como se pueden subir los salarios reales a la voluntad de gobierno de turno, porque los salarios reales dependen de lo que hagan los precios, y desde luego los precios no se controlan a voluntad.
A menos que se esté pensando en una cosa tan vieja como la que se intentó en los setenta, por ejemplo el fracasado presidente Nixon, aplicando lo que entonces se llamaba una "política de rentas", que pretendía controlar los salarios nominales y los precios, lo que llevó la economía a la máxima confusión, como es de imaginar para cualquier economía que tiene millones de precios y de salarios.
Por cierto que el fracaso económico de Nixon demuestra que la derecha Republicana puede llegar a ser tan lerda como la izquierda demócrata.
La Administración USA llegó a meterse en el berenjenal de querer decir a cada uno de los millones de ciudadanos cuánto era justo que le subieran el salario (lo que consideraba insuficiente siempre), cuanto debía pagar por un billete de avión según el avión, la distancia, la hora del viaje... y así en todo. Claro, todo el mundo estaba cabreado salvo el que era capaz de encontrar un resquicio para la pillería. Las presiones de los distintos grupos de interés (sindicatos, empresas, etc) logró que la inflación llegara al 15%.
Lo único que cabe imaginar es buscar que los salarios NOMINALES suban mediante una expansión monetaria como la practicada por los bancos centrales en los años recientes - política que ahora tanto el BCE como la FED están empezando a rectificar. Si dicha política tiene éxito, los salarios nominales subirán, lo que aumentará la demanda de consumo, poniendo en marcha la rueda de subidas de demanda y precios, que es exactamente la medicina recomendada para la deflación. ¿Han conseguido su objetivo? Mucho menos de lo que se esperaba. Aunque ambas economías están creciendo, y algunos dicen que acelerándose, la verdad es que la baja inflación, por debajo del objetivo oficial del 2%, no acaba con los miedos de que de nuevo se presente la deflación.
Y desde luego sería el peor momento para intentar aumentar por decreto los salarios reales, porque cada empresa es un mundo distinto, y algunas que no han conseguido recuperar un nivel de precio y margen empresarial sólido, lo pasarán mal hasta incluso desaparecer. ¿A qué imbécil se le ocurre recetar aumentar sus costes salariales reales para hundirlas por debajo de la línea de flotación? Lo único que puede hacer la empresa es despedir gente para flotar o hundirse.
Las empresas de IBEX 35 no representan al 98% del tejido empresarial, que se compone de pymes en cualquier país de mundo. Una gran empresa multinacional tiene más defensas contra un aberración como la que se propone, yéndose a flotar en aguas más amigables.
En suma, un medida que se propusiera aumentar los salarios nominales y contener los precios no aumentaría el salario real, sino el paro y la caída del PIB. Que algunos rechacen la economía marginal, y la curva de oferta de la empresa derivada del coste marginal creciente, me parece muy bien, pero lo que no se puede es despreciar la lógica de las cosas. Y la lógica de las cosas es que si se aumenta por decreto el coste de la empresa, ésta subirá el precio si puede - si tiene poder de mercado -, y si no puede le sentará como un tiro y reducirá plantilla.
¿Que el salario español es bajo? Lo es. Pero la razón no es que el empresario es un pirata, es que la productividad del trabajo en España es muy baja, y no crece. Las empresas que contratan trabajadores bien preparados y competitivos pagan altos salarios, y las que contratan trabajadores mal preparados, sin pajolera idea de inglés, y de otras cosas que rozan con el analfabetismo, contratan a tiempo parcial, o contratos eventuales, y muy bajos salarios. Y los primeros encima ascienden, y los segundos se van a la calle, que es dosnde estarían si no fuera por la reforma laboral, que por sí sola no puede hacer más. Yo preferiría otra reforma, la del contrato único, como la que preconiza Ciudadanos, pero que parece una quimera en este país. El resultado no sería milagroso, pero al menos no habría tanto empleado tiempo parcial.
Resumiendo: los economistas españoles son cada vez más quiméricos, e inventan verdaderos monstruos que ya han sido inventados hace décadas, y fracasaron. El Gobierno nunca tendrá la información suficiente para determinar cuánto ha de subir el salario medio ni menos aún cada uno de los salarios. Lo más seguro es que acabe en más paro y más inflación, lo que en aquellos tiempos se llamó estagflacion, y estaría curioso que después de una deflación nos metiéramos en ese lío.
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