"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 30 de noviembre de 2022

China, en serios problemas económicos

En un artículo contundente, Evans-Pritchard nos previene de la real situación económica  de China. ¿Razón? Xim, omnipoderoso tras su golpe de estado hace pocos meses, ha tenido que reprimir y sofocar la sublevación contra el confinamiento decretado poco después de su “autogolpe”. Tras fracasar y extenderse la rebelión, el virus se ha propagado, las ciudades más importantes tienen niveles de contagio que la Sanidad, al borde del colapso, no puede remediar. Eso va a suponer una caída de la economía no cifrable, pues las cifras oficiales están maquilladas. Sin embargo, las fuentes de inversores privados en China nos dan un panorama desolador, del que no podemos alegrarnos por que ni sabemos cuál será la reacción del hoy todo poderoso Xi. Lo que está claro es que a corto plazo va ejercer una represión cruenta a media que la economía decae. Sencillamente, no se puede permitir otra cosa. Lo que sí es previsible  es la contracción económica que le inclinará a más represión. Pero como dice AEP, el poblema de fondo es que el modelo económico chino se ha quedado obsoleto. Dejo la palabra a Ambrose Evans-Prichard en su impresionante artículo (trad. Google, revisada. Errores míos).

Tres años de covid-leninismo han hecho tanto daño a las perspectivas de crecimiento a largo plazo de China como una depresión económica. Un cuarto año de la “prevención precisa” (eufemismo oficial) de Xi Jinping amenaza con cerrar la puerta histórica de la apuesta de China por el dominio económico mundial, con enormes implicaciones para el equilibrio del poder geopolítico de este siglo.

Si China quiere tener alguna esperanza de superar a los EE. UU. para convertirse en la principal potencia económica y reguladora del mundo, debe lograr un sorpasso decisivo antes de fines de la década de 2020. Esta posibilidad se está desvaneciendo cada vez más con cada confinamiento anticovid. No habrá otra oportunidad de este tipo durante al menos dos generaciones.

A mediados de esta década, el dividendo demográfico se habrá evaporado. China tiene la sociedad que envejece más rápido en la tierra. La fuerza laboral está a punto de reducirse en siete millones al año. Se ha cruzado el Punto Lewis del desarrollo económico, y la migración urbana neta desde el campo se ha secado. La tasa de fecundidad total de China ha caído a 1,15, tanto más baja como 0,78 en Shanghái, lo que hace que Japón parezca fecundo.

La reapertura tentativa de China después de la pandemia bajo el plan de 20 puntos de Xi, destinado a acortar la cuarentena, reducir las pruebas y suavizar la regla de contactos cercanos, evidentemente se ha salido de control. Los casos llegaron ayer a 10.000 en Chongqing. Un millón de personas se encuentran actualmente en centros de cuarentena.

Capital Economics dice que 80 ciudades y regiones circundantes que representan la mitad del PIB de China y el 90% de su capacidad de exportación están luchando contra las infecciones, una extensión mucho más amplia que el pico original de Omicron. Estima que la economía china ya está en plena contracción según su medida indirecta de producción, y se reducirá en 1% este año en su conjunto. Ergo la pendiente es progresivamente negativa.

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El punto central es que el modelo de desarrollo de China ya estaba obsoleto hace una década. Los datos del Banco Mundial muestran que la tasa de crecimiento de la productividad hace tiempo que dejó de seguir las trayectorias de Japón, Taiwán y Corea a medida que se enriquecían. En cambio, se ha derrumbado al nivel de las economías maduras, pero un cuarto de siglo demasiado pronto, antes de que China haya salido de la trampa del ingreso medio.

No habrá un colapso porque un Minsky Moment casi siempre se puede evitar bajo un sistema bancario controlado por el estado. C.E. dice que el régimen ya está preparando el próximo paquete de rescate para el mercado inmobiliario. El Banco Popular acaba de recortar el coeficiente de reserva obligatoria para los bancos en otro 0,25%, inyectando 70.000 millones de dólares de liquidez. Una burbuja inmobiliaria que representa casi el 30% del PIB de una forma u otra se desinflará gradualmente a la japonesa. Se avecina un estancamiento sin gloria.

Aquellos que apuestan a que China se convertirá en el epicentro económico mundial a mediados de este siglo, y aquellos países que alinean su diplomacia con Beijing sobre los supuestos extrapolados del crecimiento permanente de China, han juzgado fundamentalmente mal las fuerzas económicas y políticas en juego. Las democracias desordenadas son más resistentes y adaptables de lo que parecen. Y el aire es escaso en la frontera tecnológica para regímenes represivos cerrados.

Si hay una lección que sacar del espantoso espectáculo totalitario del covid cero de Xi, es que no existe un mecanismo para corregir el error sistémico en una autocracia. Zero-Covid no es exactamente la locura ideológica ciega del Gran Salto Adelante de Mao, pero está en segundo lugar.

2 comentarios:

Miguel E. dijo...

¡Bien! Esperemos que India (que es una democracia) aproveche y le gane el pulso a China por controlar el sudeste asiático durante las próximas décadas.

Y si las protestas chinas triunfan y derrocan el régimen mejor.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Sí, ojalá, pero los caminos del Señor son tortuosos e inescrutables. Sea quien sea, Él manda